Compartir:

Eso de que no hay quinto malo, no es del todo cierto. Pregúntele a Julio Teherán. El pitcher colombiano volvió a ejercer como abridor y cumplió una gran labor en las cuatro primeras entradas del juego que ganó su equipo, los Angelinos de Los Ángeles 12-5 sobre los Astros de Houston, en la noche de este martes en el Minute Maid Park, en la ciudad de Texas.

Julio hizo su agosto durante los cuatro primeros episodios. Retiró a los 12 bateadores que enfrentó (tres en cada acto), dos de ellos por la vía del ponche. Todo marchaba sobre ruedas hasta que llegó el quinto malo, le conectaron tres imparables, entre ellos un jonrón solitario de Abrahan Toro, y le produjeron tres carreras.

El cubano Yulieski Gurriel, que había sido el único en descifrar las serpentinas de Teherán (en el segundo acto), volvió a romperle el encanto y bateó de hit en el comienzo de la parte baja del quinto. Luego Kyle Tucker le despachó un triple que llevó al isleño a la caja registradora.

Teherán calmó un poco la situación ponchando al siempre temible Carlos Correa. El propinado al puertorriqueño fue su tercer ponche de la noche.

Después Josh Reddick, con un elevado de sacrificio, condujo hasta el plato a Tucker. Solo le quedaba un out para cerrar el quinto inning con solo dos carreras recibidas, pero Toro tenía otros planes, embistió con fuerza la pelota y consiguió un cuadrangular sin hombres en las almohadillas.