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La temporada 2020 de la Major League Baseball baja el telón. En un año inusual, el béisbol en los Estados Unidos no se dejó ponchar de la pandemia Covid-19 y se ajustó a los cambios que llegaron con el coronavirus.

La competición, que solo contó con 60 juegos en su temporada regular (tres veces menos que los 162 encuentros), vino con cambios en el desarrollo normal de una campaña en la MLB.

Para ningún pelotero serían fáciles los retos por enfrentar. Así lo demostraron grandes jugadores como J.D. Martínez, Javy Báez, Christian Yelich y José Altuve. Todos están inmersos en la famosa ‘Línea de Mendoza’, término beisbolero utilizado para referirse a bateadores que promedian alrededor de los .215 de average, una cifra paupérrima para un pelotero estrella.

Para nuestros beisbolistas, la temporada representó un punto de despegue teniendo en cuenta la camada que, desde 2017, viene empujando el crecimiento del béisbol colombiano. Ese año, en el Clásico Mundial de Béisbol, la Selección Colombia, conformada por gran parte de los peloteros que brillan hoy en día en Las Mayores, sorprendió al mundo al vencer a Canadá y perder en duelos de entradas extras contra República Dominicana y Estados Unidos.

En total, once beisbolistas colombianos vieron acción este año, una cifra envidiable para nuestro deporte. Si bien todos no tuvieron la temporada deseada, el avance de la pelota criolla es notorio. El debut de jóvenes como Nabil Crismatt, con los Cardenales, y, de Luis Patiño, con los Padres, refleja que los prospectos siguen puliendo su talento y éste está siendo valorado por los equipos de las Grandes Ligas.

Junto a los dos barranquilleros, Dónovan Solano y Gio Urshela subieron un escalón en su juego. Primero, el segunda base de Barranquilla se convirtió en uno de los mejores bateadores de contacto en el béisbol y peleó todo el año por el título de bateo en la Liga Nacional. Titular con los Gigantes de San Francisco, Solano evolucionó, a los 32 años, como uno de los bateadores más consistentes en el plato.

Por otro lado, Urshela demostró que lo hecho en el 2019 no fue cuestión de suerte. El cartagenero fue clave en la alineación de los Yanquis y ayudó a cargar una ofensiva que, por gran parte de la temporada, se vio sin sus estelares como lo son Aaron Judge y Giancarlo Stanton. Además, Urshela desplegó su exquisito juego defensivo y se robó las miradas de todos, hasta ser considerado como uno de los mejores antesalistas de Las Mayores.

Julio Teherán y José Quintana, los mentores de muchos jóvenes, no tuvieron un año ideal. Sin embargo, ambos veteranos forman el cerebro de este proceso de desarrollo en el béisbol local. Quintana batalló con las lesiones y solo hasta el final de esta corta temporada pudo debutar como abridor tras un par de apariciones como relevista.

Teherán sufrió de Covid-19 y se reportó tarde a los entrenamientos con los Angelinos. La imposibilidad de preparase con el equipo, más el impacto del brote en su familia, fue difícil de superar para el cartagenero, que tuvo una temporada para el olvido.