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La Serie Mundial se encuentra 3-2 a favor de los Dodgers y, con eso, entramos oficialmente en la ‘chiquita’. 

La temporada, la cual será recordada por jugarse en medio de la pandemia de la Covid-19, se reduce a un juego vital para ambas novenas. 

La presión está en el dugout de Tampa Bay que, a pesar de ser el David de la contienda, frente a un Goliat en los Dodgers, no quiere irse por la puerta de atrás en la Serie Mundial. 

Los Rays deberán tener un partido agresivo, perfecto, y equilibrado tanto en pitcheo como en ofensiva para forzar un séptimo juego que defina al campeón. 

Desde las 7:08 p.m., Blake Snell tomará la responsabilidad de guiar a su novena a la victoria ante Los Ángeles, que cuentan con más tranquilidad, ya que para ellos sí puede haber un mañana. 

Por los californianos, Tony Gonsolin subirá al montículo para cerrar el trabajo y quedarse con el anillo que los elude desde 1988. 

Los Dodgers intentarán liquidar la serie para no tener que volver a entrar en una situación de juego definitorio, como les ocurrió en la Serie de Campeonato ante los Bravos de Atlanta. 

Snell, zurdo, y as de la rotación de Tampa, tiene marca de 2-2 en postemporada, con una efectividad de 3.33 y 28 ponchados. 

Por su parte, Gonsolin, quien entró y salió varias veces de la rotación abridora de Los Ángeles, no tiene victorias en playoffs y acumula dos pérdidas. El derecho ha ponchado a nueve y tiene un porcentaje de carreras limpias de 9.39. 

Estos dos serpentineros se vieron las caras en el Juego 2 de este ‘Clásico de Otoño’. Gonsolin cargó con la derrota en una entrada y un tercio de labor, mientras Snell se fue sin decisión tras cuatro episodios y dos tercios en los que abanicó a nueve bateadores.