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- Hola, profe, ¿cómo está?

- ¡Mal! ¡Muy mal! ¡Todo está mal!

El atípico saludo de Miguel Ángel López, siempre alegre y optimista, sorprende un poco, pero es comprensible. ‘El Zurdo’ dirigió a Diego Armando Maradona en sus mágicos e inolvidables inicios en Argentinos Juniors.

'El Zurdo López fue uno de los mejores técnicos que tuve', dijo Diego Maradona en varias ocasiones.

El cariño y la admiración eran mutuos. López idolatraba a quien fue su pupilo y por eso después de enterarse de la muerte del ‘Pelusa’ se siente 'devastado' anímicamente.

'Ha sido un golpe muy duro para mí, estoy devastado. Con tanto cariño que tengo por Diego, por tanto que lo conocí y por haber estado tan cerca. Ha sido sorpresivo para mí porque decían que había salido bien de la operación, que todo superado, pero ahora informan el fallecimiento. No es fácil digerir eso para el mundo del fútbol', manifestó López en diálogo con EL HERALDO.

El entrenador argentino, de 78 años de edad, no tiene dudas de que despegó de este mundo el mejor futbolista de la historia.

'Con su partida se pierde la presencia del único jugador que nació sabiendo. Y fue el jugador más carismático que existió. Estaba tocado por la varita de Dios. Tenía una inteligencia sobrenatural dentro y fuera del campo. Un líder…', dice ‘el Zurdo’ antes de interrumpir sus palabras y evidenciar su dolor con una respiración profunda.

'Tuvimos una amistad verdadera que no tenía nada que ver con el fútbol. A través del fútbol nos conocimos, pero nos fuimos haciendo amigos por los códigos similares que teníamos sobre la vida y muchas cosas', agregó.

Los últimos contactos de López con Maradona se dieron a través de un amigo en común de La Plata, donde el Diego entrenaba a Gimnasia y Esgrima de la Plata. 'Yo le mandaba mensajes y me los respondía'.

En 2005, cuando Maradona se encontraba en Cartagena sometiéndose a un proceso de bypass gástrico, ‘el Zurdo’, que era el timonel de Junior, lo visitó y charló ampliamente con él.

'Le toqué el tema de las irregularidades de su vida privada y me dijo: Miguel, qué jugador hubiera sido yo si me hubiera cuidado, ¿no? (risas). Yo le respondo: con lo que nos brindaste, mejor que hubiera sido así para que fallaras de otra manera'.

Sobre los días en que era su técnico, Miguel Ángel recuerda que había poco para decirle en las charlas técnicas. 'Yo decía: si lo marca uno, se la pasan a él; si lo marcan dos, se la pasan a él; si lo marcan tres, también se la dan a él. ¿Y si lo marcan cuatro? ¡También se la dan a él!'.

También rememoró un pacto que hicieron ambos. 'Ya él era un jugador destacadísimo. Como todas las figuras, tiene sus privilegios. A veces llegaba un poquito tarde al entrenamiento. Y me decía: Miguel, me demoraron por esto y por esto. Yo le decía: está bien. De ahí nació nuestra primera conversación, que fue la siguiente: mire, no me importa lo que usted haga, pero sí me importa que me diga qué hace, porque de acuerdo a lo que me diga que hace, yo como entrenador sé cómo tengo que prepararlo. Usted es el show y tengo la obligación de ponerlo diez puntos, entrenarlo de acuerdo a su descanso y actividad. El domingo siempre tiene que estar bien porque usted es el espectáculo. Recuerdo que me sonrió y con un ojo cerrado me dijo: esa me gusta (risas). Desde ahí nació una amistad y una confianza mutua de toda la vida'.

La relación de los dos se fortaleció más con la recomendación que Miguel Ángel López le hizo a Carlos Salvador Bilardo, DT de la selección Argentina del Mundial de 1986: concentrarse en el complejo deportivo del América de México, donde ‘el Zurdo’ era el entrenador en ese entonces. Durante la cita ecuménica, se encontraban y dialogaban constantemente con ‘el Pelusa’.     

López, campeón como adiestrador de Junior en 2004, lamenta el fallecimiento del legendario crack y cree que tenía talento para triunfar como entrenador de Boca, Nápoles y la selección Argentina. 'Yo le veía un futuro grande como técnico'.

'Como jugador no le faltó nada porque hizo feliz a todo el mundo, su fútbol era admirado por todos', concluyó.