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Hace 17 años, Antonio Cordonnier llegó a Barranquilla. El argentino aterrizó bajo el inclemente sol currambero y se instaló para no irse. Incluso, cuando el tenis en la ciudad estaba en el olvido y la tarea del gaucho sería utópica. 

Cordonnier, director técnico de la Liga del Atlántico, dialogó con EL HERALDO y se refirió al reciente ascenso del Mundial Juvenil de Tenis en Barranquilla a la categoría Grado A; todo lo que vivió como organizador del torneo; y los retos que tendrá la ciudad, como comunidad, para albergar un torneo que escaló a una dimensión de élite en el tenis mundial. 

El argentino, uno de los próceres del tenis en Barranquilla, respondió la llamada con una risa y vociferando en repetidas ocasiones: '¡Qué felicidad!'.

Cordonnier rememoró una anécdota en 2003, cuando el Mundial casi recibe una noticia inversamente proporcional a la de hace dos días: la pérdida de la categoría. 

'En el 2003 cuando llegué a la ciudad, justo llegué cuando se estaba jugando el Mundial. Una semana antes. El supervisor de la ITF era el argentino Jorge Mandl. Cuando terminó me dijo que el torneo iba a bajar a ‘Grado 2’ porque lo mostrado era de baja calidad. Imagínate, mi primera semana en Barranquilla e iban a descender el nivel del torneo. Le rogué que no. Le pedí un año de plazo para mejorar las cosas.

Ante eso me mandó un listado de 12 requisitos. Se cambiaron la mayoría. El año siguiente se mejoró y así sucesivamente', contó el director. 

El Mundial de Barranquilla mantuvo el nivel de ‘Grado 1’ y, con trabajo, dio el siguiente paso. 

'Ahora de 45 torneos ‘Grado 1’, anualmente, eligieron al nuestro para ascender', especificó el gaucho. Cordonnier no se quiso ilusionar y ver su objetivo dilapidarse. El austral no tiene reparo en aceptarlo, siempre entre una risa piadosa. 

'Ni siquiera la esperanza tenía, no me quería ilusionar de algo tan difícil. Hay muchos que compiten, con mucha historia, por esa categoría', agregó. 

El experimentado en este deporte no le restó importancia a lo que venía siendo el Mundial, que cuenta con 37 ediciones. Lo conseguido es un éxito rotundo para el tenis colombiano pero fue un trabajo de años. 

'Se construyó historia. No era un torneo aparecido. En el mundo del tenis vas a un torneo en algún país y te encuentras con entrenadores y jugadores que al escuchar de Barranquilla recuerdan haber estado en el Mundial', comentó ‘Toño’, como lo llaman. 

Colombia tiene su primer torneo de tenis ‘Grado A’ y Sudamérica su segundo. El cambio es total. 

'Antes venían jugadores a clasificarse a los grandes torneos. Ahora jugarán por clasificar al nuestro. Vendrán los mejores juveniles del mundo', explicó Cordonnier. 

El organizador no esconde los retos y hace un llamado a todos para hacer un trabajo que permita mantener la categoría. 

'Hay que gastar más dinero, más todo. Si antes había 40% de sudamericanos, ahora será el 10%. Todo el tema logístico es diferente. Tenemos que encararlo con dos cosas: con visión de un gran torneo y con mucha responsabilidad. Esto no se hace con poco dinero ni con poco trabajo', aseguró.