El kartismo es un deporte reconocido a nivel mundial y poco impulsado en Colombia. Surgió en 1956 en Estados Unidos, pasó de ser una actividad recreativa a convertirse en una disciplina profesional y desde entonces se viene realizando en distintas partes del mundo.
A nivel nacional, este deporte no es considerado profesional y su práctica dentro del país es bastante limitada.
Esta modalidad del automovilismo, como todos los deportes, se ha visto bastante afectada por el Covid-19. Una de las pistas más reconocidas del país ha sufrido los estragos económicos de la pandemia. Los costos del alquiler de la pista, localizada en Cajicá, a 30 kilómetros de Bogotá, no habían sido cancelados y quienes practican este deporte quedaron desamparados.
Pese a las adversidades, los directivos de la Federación de Karts en Colombia, los fanáticos, pilotos y mecánicos se unieron para darle vida de nuevo a la pista desde junio y devolverle su hogar a los apasionados por los motores.
El kartismo fortalece la preparación de aquellos que quieran llegar a la Fórmula Uno, es decir, les permite ir escalando de un nivel básico a uno superior en donde llegan los grandes del automovilismo.
Muchos niños en Colombia han tenido la oportunidad de practicarlo y sobresalir en este deporte, que aunque sea poco impulsado, siempre será llamativo para los amantes de las carreras. El sentir la velocidad en sus cuerpos y el entusiasmo en su sangre, hace que los jóvenes que lo practican quieran pasar a un nivel profesional y tomarlo como un estilo de vida.