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Su gestión era de bajo perfil, pero de alto valor. Simón Char Abdala, empresario que falleció a los 79 años de edad en la noche del lunes pasado en Barranquilla,era un apasionado por el béisbol desde que era un niño y lo impulsó silenciosamente durante muchos años, muy especialmente en los últimos 13, con su hermano Farid (q.e.p.d.).

Cuando sus padres, Ricardo Char Zaslawy y Erlinda Abdala, decidieron trasladarse de Córdoba a la capital del Atlántico, Simón y sus hermanos, Farid, Fuad y Habib, dedicaron gran parte de su infancia a la pelota caliente.

Aunque el fútbol se encuentra estrechamente relacionado con los Char por ser propietarios de Junior desde inicios de los 70, los bates y las manillas siempre han estado presentes en la familia.     

Sin bombos ni platillos, sin ánimos de figuración, Simón respaldó las gestiones deportivas de su hermano Farid en el béisbol profesional, en la vieja época cuando existían equipos como Olímpica, Cerveza Águila, Willard y Kola Román, entre otros, y después, desde 2007, en la era organizada por el Team Rentería, con Édinson Rentería a la cabeza, hasta estos días en que la Diprobeisbol se encuentra al mando.

Su apoyo a los Caimanes, equipo que representa a Barranquilla en el béisbol colombiano,siempre se hizo presente.   

'Su respaldo fue fundamental para salvar la Liga Profesional de Béisbol al decidir apoyar a Édinson con mi tío Farid. Era una carga muy pesada y ellos entraron a dar la mano', dijo Jimmy Char Navas, sobrino de Simón.

'No le gustaba perder. Cuando Caimanes perdía, preguntaba qué pasaba y qué se podíahacer para mejorar, muy apasionado por el béisbol', agregó.

100% JUNIORISTA.

Estuvo en la junta directiva de Junior como tesorero y siempre permanecía pendiente de la actualidad del equipo rojiblanco.

'No le gustaba la figuración en los medios, apoyaba tras bambalinas. Sí  tenía mucho amor por el béisbol y por Junior, hablaba con sus hermanos constantemente sobre el equipo', contó una persona allegada a la familia.

Se hacía amigo de los entrenadores y jugadores, a quienes invitaba a su casa para compartir un vino y una charla sobre fútbol y otros apartes de la vida.

'En todas las decisiones de Junior ha estado presente. Mi tío Fuad consulta a sus hermanos y mi tío Simón era muy fanático de Junior. Solía hacer reuniones sociales con los técnicos y jugadores, los invitaba a comer para hablar y compartir.Ayudaba a los jugadores a financiar sus carros y los apoyaba (a través de la empresa Districar). No era mezquino. Le facilitaba las cosas al futbolista. Varias veces se reunió con Luis Fernando Suárez, Giovanni Hernández, los técnicos de Caimanes, le encantaba conversar de fútbol y béisbol', comenta Char Navas, actual presidente de la Federación Colombiana de Béisbol.

'Era un tío querido por todos, muy especial con todos sus sobrinos. Nos va a hacer mucha falta, iba a mi oficina a hablar de todo. Desprendido, de bajo perfil, no era ostentoso ni nada. Hacía cosas que lo hacían sentir bien. Tremenda persona y gran amigo. Y hacía mucho deporte. Creo que era el más atlético de todos los hermanos', añadió.

APASIONADO POR EL TIRO

En el Club de Caza y Tiro, Simón Char Abdala encontró otro espacio para entregar su dedicación y respaldo. Helmut Bellingrodt, doble medallista olímpico y campeón mundial de la modalidad de tiro al jabalí, vivió de cerca su pasión en este ámbito.

'Muy triste con la noticia. El mismo 31 por la mañana había hablado con su esposa. Tenía una relación muy estrecha con él desde hace muchísimos años, unos 50 calculo yo. Fue presidente del Club de Caza y Tiro, duró muchos años ahí, cuando todavía estaba en la calle 30, en la vía al aeropuerto. Ha sido un golpe muy fuerte para toda la familia del tiro en Barranquilla, en el Atlántico y Colombia. Muchos tiradores y dirigentes tuvieron el honor y placer de compartir con él durante mucho tiempo, sobre todo en la organización de eventos aquí en Barranquilla', expresó Bellingrodt.

'Más que un directivo era un compañero, era incondicional. Un gran benefactor del tiro en el Atlántico. Sus apoyos económicos y logísticos eran incondicionales. Lo conocí no solo en las canchas de tiro, también fui su amigo personal. No nos visitábamos asiduamente, pero sí éramos el tipo de amigos que nos dejábamos de ver meses o años, pero cuando nos veíamos era como si hubiera pasado media hora. Era la amistad que me unía con el querido Simón', agregó el distinguido tirador, medalla de plata en los Juegos Olímpicos Munich-1972 y Los Ángeles-1984.  

También fue campeón de varios torneos de pesca deportiva.