El goleador Marcelo Martins Moreno atacó sin medias tintas a través de un fugaz mensaje en sus redes a la Conmebol por los casos crecientes de covid-19 en la Copa América, que hasta la fecha de hoy llegan a ser 65 según del Ministerio de Salud de Brasil, sin prever las consecuencias que puede depararle el contragolpe.
'¿Si se muere una persona, qué van a hacer? Lo que les importa solamente es el DINERO. ¿La vida del jugador no vale nada?', espetó el goleador histórico de la Verde a la organización que agrupa a las diez federaciones sudamericanas de fútbol.
Al tiempo que la entidad presidida por Alejandro Domínguez anunciaba el martes la apertura de un expediente disciplinario por la presunta violación de los 'principios de conducta', figuras del deporte, como el exportero paraguayo José Luis Chilavert y el tenista boliviano Hugo Dellien, cerraban filas con Martins Moreno.
'Querido Marcelo Moreno Martins, te felicito por tu coraje y por decir la verdad ante la Corrupbol, mi solidaridad contigo. La misma vara No se usó con el DT de Brasil ante sus quejas contra la Corrupbol. Fuerza.', escribió en Twitter Chilavert, furibundo contradictor de la Conmebol y de la gestión de su compatriota Domínguez.
La publicación de Martins Moreno, que poco después fue borrada de su cu enta oficial en Instagram, vertió toda la responsabilidad de los contagios por coronavirus en el torneo a la entidad con sede en Luque.
'Gracias a ustedes de Conmebol por esto. Toda la culpa es totalmente de ustedes!!!'.
El tenista número uno de Bolivia, Hugo Dellien, que también ha padecido los rigores del coronavirus en el circuito de la ATP, expresó apoyo público a su compatriota.
'Un poco más de lo mismo. Pasa en todos los deportes. Te bancamos a muerte capitán @Marcelo_Moreno', escribió en Twitter el de Trinidad.
La contraofensiva de la Conmebol con la apertura del expediente al jugador nacido hace 33 años en Santa Cruz de la Sierra también se basa en la presunta falta por 'realizar manifestaciones difamatorias' y le da un plazo, que vence en horas, para que 'formule sus alegatos y proponga las pruebas que en su defensa estime convenientes'.
Manifestar en público temores o críticas por la celebración de la Copa América en Brasil, un país que suma ya casi 490.000 muertes y unos 17,5 millones de contagiados, ya fue un asunto tratado la semana pasada por el capitán de la selección de Argentina, Lionel Messi, y los jugadores de la selección Canarinha.
'Es un riesgo poder contagiarnos de covid. Nos preocupa pero intentamos cuidarnos', declaró el astro del Barcelona en Río de janeiro a horas del debut del lunes pasado con Chile, que terminó en empate 1-1.
Messi admitió entonces que 'no es fácil' garantizar los cuidados.
'Por diversas razones humanitarias y de cuño personal estamos insatisfechos con la conducción de la Copa América por parte de la Conmebol', expresaron el 8 de junio en un comunicado los jugadores del equipo anfitrión. En el mismo manifiesto explicaron que jugarían el torneo por su compromiso con la camiseta y el país.
¿Pesaron las formas a la hora de valorar el efecto de las críticas de Martins Moreno y las reflexiones de Messi y los brasileños?
En los días previos al comienzo del torneo, el pasado 13 de junio, tres importantes patrocinadores, Mastercard, Ambev y Diageo, anunciaron que se abstenían de exhibir sus marcas durante la competición.
Ninguno de las tres compañías ha querido tener asociada su imagen a la ya apodada 'Covid América'.
Mientas las selecciones se prepararan para encarar la segunda fecha, este jueves en el Grupo B, y el viernes en el A, la delegación más afectada hasta el momento, la Vinotinto venezolana, busca pasar la página de los trece casos que diezmaron su plantilla a horas del debut que perdió con Brasil por 3-0.
Su próximo escollo será Colombia este jueves.
Bolivia, que confirmó el contagio de tres jugadores, al parecer entre ellos su capitán y goleador, además de un miembro del cuerpo técnico, cayó en el estreno por 3-1 ante Paraguay.
El viernes los de César Farías chocarán con Chile, pero para entonces ya habrán conocido la suerte que corrió Martins Moreno por sus preguntas incómodas que lanzó con dureza a la Conmebol.
