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Inglaterra, que se jugaba este martes el honor y el orgullo de quedar primera de grupo, logró el objetivo doblegando 1-0 a la República Checa en otro partido flojo de los 'Tres Leones' salvado por un tanto de Raheem Sterling.

Los ingleses, advertidos por los abucheos en los encuentros anteriores y por un juego que no acaba de despegar, se quitaron presión de encima con un triunfo rácano y sin brillo, pero que les sirve para pasar primeros de grupo, huir de especulaciones y asegurar su presencia en Wembley en octavos de final.

No dudaron los de Gareth Southgate sobre si era mejor el primer o el segundo puesto. Salieron a ganar. Como ante Escocia, se toparon con el palo a las primeras de cambio, esta vez no por un cabezazo de John Stones, sino por una carrera a la espalda de la defensa de Sterling que culminó el del City con una vaselina que se estrelló en la madera.

Southgate, obligado por las circunstancias, hizo cambios y el equipo lo notó para bien. Grealish cogió la posición del '10' que dejó libre Mason Mount, aislado por el positivo de Billy Gilmour; Sterling se fue a la banda izquierda, mientras que la sorpresa fue para Bukayo Saka, el del Arsenal, pegado a la derecha.

Con este resultado, los británicos clasificaron a los octavos de final del torneo como primeros del grupo D con siete puntos, seguidos de Croacia, que venció a Escocia y avanzó a la siguiente fase al quedar segundo.