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La canciller alemana criticó hoy enérgicamente la decisión de Hungría de prohibir la llamada propaganda homosexual y agregó que entre socios hay que abordar las 'diferencias políticas'.

'En primer lugar considero que esta ley es errónea e incompatible con lo que yo entiendo por política. Si se permiten uniones civiles del mismo sexo, pero se limita la información sobre ello, eso también tiene que ver con libertad de educación. Es algo que rechazo políticamente', dijo la canciller.

En su última comparecencia en el Bundestag (cámara baja) para someterse a las preguntas de los diputados antes de abandonar su actividad política, la canciller subrayó que compete a la Comisión Europea decidir si esta ley atenta contra el derecho comunitario.

'No estoy segura de si el Parlamento húngaro ya aprobó esta ley o si aún está a debate, pero en todo caso, yo la critico claramente', reiteró.

Al mismo tiempo aseguró que su postura hacia Hungría es de 'relación muy amistosa', pero 'si hay diferencias políticas, se nombran', dijo, y añadió que cualquier jefe de Gobierno, también el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, haría lo mismo por su país.