Un nuevo caso de racismo vuelve a empañar el mundo del fútbol. Las selecciones Sub-23 de Alemania y Honduras empataron en un amistoso que se vio manchado por un acto discriminatorio en contra del alemán Jordan Torunarigha.
Los jugadores del equipo teutón decidieron salirse del campo a falta de cinco minutos para el final del compromiso, que en ese momento estaba igualado 1-1, por presuntos ataques racistas.
'Los jugadores alemanes han decidido abandonar el terreno de juego después de que Jordan Torunarigha recibiera insultos racistas', se lee en la cuenta oficial de twitter en español de la selección alemana.
La Federación de Fútbol de Honduras, por el contrario, utilizó sus canales oficiales con el objetivo de respaldarse tras las acusaciones, en un claro acto que buscó minimizar la situación.
'El juego fue finalizado por abandono debido a que un jugador alemán alegó un supuesto insulto racista por parte de un futbolista hondureño. La Federación de Fútbol de Honduras expresa que ocurrió un malentendido en la cancha'.
El fútbol sigue combatiendo el racismo. El último episodio que manchó la pelota con este tipo de actos se dio tras la derrota de Inglaterra por penales en la final de la Eurocopa. Los tres jugadores que fallaron los penales Marcus Rashford, Jadon Sancho y Buyako Saka recibieron fuertes insultos racistas en las redes sociales. Los jugadores mostraron su tristeza y desilusión en diferentes cartas que publicaron en sus cuentas oficiales.