Es más barranquillero que el Junior, pero su pasión no es el fútbol. En sus planes estaba ser nadador, el mejor de la ciudad, pero eso tampoco se dio. Su vida y aspiraciones cambiaron desde hace cuatro años cuando Miguel Jaramillo, un joven ciclista de 17 calendarios se dejó cautivar por el deporte que enamoró a su papá durante su juventud y que actualmente comparte con su hermano menor.
Tanto Miguel como su hermano Francisco son escarabajos de sangre y corazón, aunque su preparación no iniciara al mismo tiempo. Sin embargo, con sacrificio y con mucha voluntad se han consolidado como unos de los ciclistas reconocidos en el Atlántico, gracias a sus participaciones en campeonatos en los que lograron obtener los primeros lugares.
'Ganar medallas de oro es una alegría, aunque los nervios me controlan mucho, pues no es malo, lo malo es dejarme controlar, pero ya a medida de que vaya avanzando ese poder no se apodera de mí, estoy tratando de mejorar eso, y siento que logré bajarlo en el tiempo que me esperaba, aunque no exactamente, pero sí cerca', dijo Francisco.
El último campeonato al que asistieron los hermanos Jaramillo fue el Nacional Juvenil, en Cali, donde la participación de Atlántico resultó histórica y motivo de alegría y orgullo. La delegación conquistó 11 medallas, siete de oro y cuatro de plata, y se ubicó segunda en la tabla general, detrás de Antioquia. Tres de las preseas doradas fueron alcanzadas por ‘Pacho’.