Colombia no se puede quejar del VAR. Por lo menos no en estos dos últimos partidos ante Bolivia y Paraguay. En La Paz, no se consideró penal una mano de William Tesillo porque el defensor 'estaba en una posición natural', según la explicación posterior de la Conmebol.
Este domingo, en el duelo ante los guaraníes, en cambio, sí le pitaron una mano-penal a favor cometida por Santiago Arzamendía. El juez central brasileño Raphael Claus y el equipo del VAR decidieron que la intervención del jugador rojiblanco fue antinatural.
Aunque actualmente el reglamento no juzga la intención de la mano (como se hacía antes), los criterios para sancionar penal en este tipo de jugadas en el área son bastante variados en todo el mundo.
Ese penalti fue transformado en gol por Juan Guillermo Cuadrado y los nuestros consiguieron el empate en el comienzo del segundo tiempo.
Pero el cobro desde los doce pasos no fue la única determinación que pasó por los encargados del videoarbitraje. También intervinieron para evitar lo que era la expulsión injusta de Wilmar Barrios. El juez pudo confirmar a través del VAR que el cartagenero no agredió a Ángel Romero, que simuló un golpe en la cara. Solo hubo forcejeos, manotazos e intentos de patada mutuos que daban para amarilla, lo que finalmente se mostró a ambos.