Apresurado, con saco y corbata, Gianni Infantino arribó a la sede de la Federación Colombiana de Fútbol en Alameda del Río, en Barranquilla. Eran las 6 p.m. cuando el italo-suizo se presentó en una lujosa camioneta.
Un abrazo con Ramón Jesurun y su esposa fue el primer saludo. Después, el presidente de la FIFA empezó a vivir de cerca una muestra del Carnaval de Barranquilla.
La Reina Valeria Charris, con su carisma y su sonrisa que ilumina, le dio la bienvenida a Infantino, quien le correspondió sonriente, pero sin entrar a cogerle el paso a la música que interpretaba la Banda de Baranoa.
Entre marimondas y danzantes, Infantino se abrió paso y empezó a recorrer la sede de la FCF, el motivo que lo trajo a Barranquilla.