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No hay mañana. Este martes se define todo. El que gana, a gozar, y el que pierda, a casa con el sinsabor de la amarga derrota. Así están las cosas para Titanes y Cimarrones, quintetos que se enfrentarán, a partir de las 2:10 p.m., en el coliseo Ginny Bay, de la isla de San Andrés.

Lo que parecía ser una barrida de 3-0 para los chocoanos, terminó siendo una de las mejores definiciones en la historia de la Liga de Baloncesto de Colombia. Todo debido a que el cuadro barranquillero se despertó justo a tiempo y logró ganar dos juegos consecutivos y poner la serie 2-2.

Esta remontada que han logrado los atlanticenses puede ser un envión anímico importante para ellos, pero también ser un golpe muy difícil de asumir para sus contrarios, quienes estaban muy confiados con poder hacerse con el título, algo que ahora deberán luchar mucho más de lo que ya han hecho para conseguir.

La pobre versión que se vio de Titanes en los dos primeros juegos parece que quedó atrás. Eso sí, el sufrimiento con el que ha ganado sus dos partidos hace pensar que este cotejo definitivo se va a resolver con lo justo, con algún triple salvador de Hansel Atencia o Jonathan Rodríguez, con una incursión al ataque de Ernesto Oglivie o un tiro libre de Selem Safar, jugadores que han levantado su nivel en las finales.

Los chocoanos, de las manos del dominicano Adriss de León, del norteamericano Dominique Morrison-su gran figura- y de los colombianos Romario Roque y Jhon ‘Chiquillo’ Hernández, ex deportistas de Titanes, le apostarán con todo para conseguir su tercera corona en el baloncesto colombiano y cortar la hegemonía de los de Barranquilla.

Pero los de Tomas Díaz han resistido. Han sacado la casta de campeón, la jerarquía que han adquirido en los últimos años y siguen más vivos que nunca, con la fe intacta y con el sueño del pentacampeonato latente, algo por lo que seguramente lucharán desde el pitazo inicial y por lo que dejarán hasta la última gota de sudor.

Y así como en la mayoría de deportes, no hay un punto medio. Titanes ya ha hecho historia, sí, pero la ambición y su grandeza como institución lo obliga a seguir ganando. Lo mismo para Cimarrones, que ya rozaron las mieles de la victoria y no quieren que su final sea recordada como una de las mejores remontadas de la historia.

El escenario está dado. Los protagonistas avisados. Los entrenadores con sus estrategias armadas. Los fanáticos seguramente llegarán en cantidad al coliseo Ginny Bay y los aficionados de ambos quintetos al final gozarán o se lamentarán por el resultado, algo que es común en esto, porque campeón solo es uno y es por eso que, ¡Titanes, por el pentacampeonato!.