La tristeza que embarga el mundo del béisbol en Colombia es grande. El fallecimiento del barranquillero Ubaldo Salinas ha asombrado a propios y extraños.
Quienes lo conocieron y compartieron con él no dejan de elogiar su gran aporte al deporte atlanticense, así como la sencillez con la que actuaba y compartía con las personas que lo rodeaban en su vida cotidiana.
El ex pelotero venía sufriendo de Alzheimer. Estuvo recluido en la clínica por varios días y el pasado miércoles fue dado de alta. Sin embargo, el jueves dejó este mundo a las 6 de la tarde por complicaciones en su salud.
Entre sus logros destacan haber sido campeón mundial en 1965 con Colombia, mientras que con el Atlántico ganó tres campeonatos nacionales, algo que lo ha hecho quedarse en la memoria de todos los seguidores de la ‘Pelota Caliente’.
Luego de su retiro se dedicó a ser manager y ayudar a prospectos a cumplir sus sueños. Por mucho tiempo estuvo al frente de la novena Electranta y en 1990 condujo al título nacional al equipo atlanticense en San Andrés.
Estos, entre tantos otros de sus éxitos, fueron recordados por sus allegados, quienes le contaron a EL HERALDO cómo era compartir, o ser dirigido por él.
'Ubaldo fue un hombre correcto en su vida. Serio y muy profesional. Amante del béisbol y respetuoso del juego. Impartió disciplina en los equipos que dirigió. Gracias a su excelente trabajo, se ganó el respeto de todos. Dios ha llamado a su reino a un campeón mundial que deja una huella indeleble en el béisbol de Colombia', señaló el periodista deportivo Orlando Palma.
'Él era un excelente deportivo, pero era una mejor persona. Era muy correcto en sus cosas. Fuimos tres veces campeones con Atlántico y también con Colombia. Tuvo una carrera muy buena, como manager también. No es una perdida solo por el béisbol, sino por la amistad. Jugamos muchos años juntos. Cuando fuimos campeones yo era tercer bate y él siempre jugaba todo el tiempo. Era muy serio y una gran persona', manifestó Luis de Arco, compañero de él en sus épocas de pelotero.
'Como pelotero fue muy bueno, muy inteligente. Lo respeté mucho, como jugador y como persona. Era muy inteligente para coger señas. Todo el tiempo hablábamos. La última vez que lo vi fue en los Centroamericanos, pero casi siempre charlábamos. Siempre lo recordaré como buena persona y como un buen amigo', añadió.
Su gusto por el béisbol comenzó cuando tenía 8 años, debido a que vivía cerca del viejo Tomás Arrieta, por lo que asistía con regularidad a ver los partidos.
Era apodado el ‘Diablo’ por su forma de correr, por lo sagaz y por las bases que facilmente se robaba.
Este pelotero también es recordado por ser intengrante de la famosa ‘Tanda de los Conejos’, trío que hizo con Luis de Arco y Ezequiel Terán, jugadores con los que ganó varios títulos y los cuales le ayudaron a escribir una gran historia tanto en el béisbol amateur, así como en el profesionalismo en los años que estuvo activo.
El atleta murió a sus 81 años y fue sepultado este viernes a las 4 de la tarde, en el Cementerio Universal, de Barranquilla.