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Felicidad en su cúspide. Domando los aires, bajo un inclemente sol que golpeaba a cientos de personas que coreaban su nombre a orillas de la playa, Juan Rodríguez se robó el espectáculo en la segunda jornada de la primera parada del Tour Mundial de Kitesurf, que se realiza en Salinas del Rey.

Aunque muy temprano para decretarlo en la competencia, Juan tiene el rótulo de campeón entre ceja y ceja. Su determinación es indudable y su sacrificio innegociable. Cada turno al surfear cuenta una historia característica de su personalidad y cada calificación al final del día siempre es la muestra de la entrega en su preparación.

La conexión con el público fue instantánea. Verdaderamente se notaba una diferencia abismal en el apoyo que pudo recibir en Salinas, ante sus contrincantes de la jornada. Su ánimo y carisma siempre brindaron euforia entre los presentes, que disfrutaban de la cita playera.

A decir verdad, Rodríguez no fue un descubrimiento propio de Salinas. De hecho, está muy lejos de ser eso. Su potencial viene siendo demostrado desde hace un buen tiempo y su presencia empieza a ganar terreno entre los mejores del mundo.

Nunca se arrugó al reto. La valentía hace parte él. El no ser un kitesurfista del montón fue una de las primeras decisiones que Juan tomó al momento de querer dedicarse a este deporte. Con solo 22 años, seguramente tendrá muchas cosas por vivir y demasiadas olas por saltar, pero lo que viene realizando hasta el momento ya nos presenta una historia de superación.

Apasionado desde pequeño por lo que le gusta. Cali volvió a presentar una carta de éxito en el deporte. Fue el municipio de Calima El Darién quien le enseño a realizar sus primeras navegaciones. A sus nueve años descubrió lo que describe como la emoción de ver al ser humano volar y fue imposible sacarle la idea de imaginarse llevado por una cometa.

Su escenario imaginario no era para nada pequeño. 'Desde que era muy niño siempre me imaginaba haciendo lo que los grandes hacían. Quería competir en mi país y frente a mi gente. Que miles de personas se emocionaran por mis saltos y sus manos nunca dejaran de estar levantadas. Ese era mi sueño y hoy, con esta primera parada mundial en Colombia, se ha hecho realidad. No puedes imaginarte lo feliz que estoy', dijo Juan.

Lo que hoy son personas llenas de júbilo y jurados calificando su presentación, antes eran árboles que componían los bosques tropicales arraigados en las diferentes montañas que rodean el lago Calima. Abrazados, entre otras cosas, por una densa neblina. Un contexto muy diferente en el que pudiese levantarse uno de los mejores kitesurfistas.

En sus padres no siempre hubo alegría u orgullo. La preocupación fue el primero de sus sentimientos. El futuro no era evidente en primeras al no tener las capacidades de cumplir económicamente con todos los implementos en un deporte de alto costo. Siendo señores del campo, Juan nunca tuvo ausencia de nada, pero si vivía con lo estrictamente necesario. No obstante, el tiempo lo ubicó en el mejor lugar de su proceso y su potencial fue muy bien direccionado.

'Imposible hablar de mi familia sin tener un nudo en la garganta. Las cosas fueron demasiado difíciles, mis padres son señores del campo y verdaderamente este es un deporte muy costoso. No es una realidad que podamos ocultar. Sin embargo, hemos hecho las cosas bien y hoy tenemos los implementos para practicarlo a plenitud. Ellos están súper contentos y la felicidad no cabe en mí. Además que nunca pensaron tener una parada aquí en Colombia', destacó.

Actualmente Juan tiene la dicha de afirmar ser el octavo mejor kitesurfista del mundo y defender, precisamente su escalafón frente a las personas con las que comparte territorio nacional. Una tarea difícil de realizar, pero que la lleva a cabo con mucha pasión y amor.

'La pasión por el kitesurf me corre por las venas y todo lo hago con amor. Un sentimiento que solo los colombianos como yo seguramente pueden sentir. Estoy muy feliz de estar aquí en el Atlántico y sobre todo en Salinas del Rey. Siendo este mi país y mi casa, no tengo por qué sentirme incómodo. Vengo entrenando desde hace un mes y medio aproximadamente en La Guajira, dándole fuerte, y la verdad estoy muy familiarizado con las condiciones de la playa. Definitivamente, vamos por el podio', afirmó el kitesurfista.

Sus rivales hoy no fueron para nada sencillos. Por un lado, el brasileño Pierfrancesco Rizzello, la máxima promesa de dicho país y del kitesurf en general con tan solo 11 años de edad. Sumado a eso, también se disputaba la manga con su compatriota Valentín Rodríguez, mejor kitesurfista colombiano de la actualidad y reciente campeón mundial de la disciplina. Ambos superados por la capacidad e ingenio de Juan sobre la playa atlanticense.

'Fue una experiencia extraordinaria y una lucha de titanes. Con las condiciones climáticas en su mejor estado, la competencia fue muy difícil. Gracias a Dios pude hacer lo que tenía en mente y todo me salió a la perfección. Me quedé con el primer lugar, pasé a la siguiente manga y me toca seguir concentrado porque hay demasiado nivel', puntualizó el colombiano.

Con tanto apoyo local, Juan Martínez terminó haciendo una invitación por medio de EL HERALDO para que muchas más personas se sumen a disfrutar de uno de los deportes que más va ganando adeptos en el país.

'Las mejores energías definitivamente están en Colombia. Es grandioso ver tanta gente increíble hoy en Salinas y apoyándonos con tan buena energía. Por ellos, vamos a dar lo mejor. Esa es la invitación a que sigan viniendo a vernos en vivo y en directo para que logremos ganarnos este evento', declaró.

El Mundial de Kitesurf en Salinas del Rey seguirá su calendario este viernes, desde las 11 a.m.