Un ejemplo de superación. Alfonso Guerrero es un samario que a sus 60 años aceptó el reto de correr la categoría de los 10 kilómetros en la Media Maratón de Barranquilla con el agregado de realizarlo sobre su silla de ruedas.
Los límites solo son mentales. El experimentado participante de esta edición nunca había corrido una maratón en Barranquilla a causa de su discapacidad, pero la idea de superarse así mismo no se la quitó nadie. En enero lo pensó y este domingo lo que parecía locura tomó forma.
La nueva edición de la carrera entró en la dimensión de lo improbable. Ni la persona más optimista se hubiese imaginado una realidad como la de Alfonso en medio de un mar conformado por personas que llegaron al Malecón con diferentes fines. Competir, divertirse o hasta quedar reflejado en los lentes de los medios de comunicación que se acercaron a la cita pudiesen ser algunos de esos motivos de asistencia.