No las comparte, no las acepta. Eduardo Dávila reprocha y cuestiona las sanciones que el Comité Disciplinario del Campeonato determinó para Unión Magdalena y Junior por la batalla campal entre hinchas de ambos equipos, que dejó una persona muerta y varios heridos, durante el partido que empataban 1-1, en la noche del sábado 23 de abril, en el estadio Sierra Nevada, de Santa Marta, en la jornada 17 de la Liga.
'Es una sanción extremadamente drástica, con eso quiebran al equipo, así de sencillo. Este es un equipo pequeño que acaba de sus de subir de la B, con un montón con un montón de gastos impresionantes, sin patrocinio, y nos cierran el estadio sin posibilidad de tener taquilla', lamentó y criticó Dávila.
El máximo accionista del ‘Ciclón’ considera que el castigo 'debería ser al revés', pérdida de puntos y 10 jornadas de suspensión de la plaza para Junior y solo tres fechas para el feudo de su escuadra. Además se desmarca totalmente de los grupos organizados de fanáticos azulgranas (Garra Samaria y La Hinchada).
'Nosotros no tenemos culpa, aplicamos al pie de la letra los protocolos de seguridad que dicen las normas. Los señores barristas del Junior fueron los que vinieron y crearon el escándalo, la conmoción, y atacaron a las otras barras, no del Unión Magdalena porque esas barras no son del Unión Magdalena, nosotros no reconocemos esas barras, simplemente hinchas, hinchas, hinchas del Unión', recalcó Dávila.
'La sanción es exagerada, sobre todo que la culpabilidad no la tiene el Unión. Vuelvo y repito: aplicamos el protocolo de seguridad, 650 agentes, 70 u 80 del Esmad, todos los protocolos de seguridad que dicen las normas, todo se aplicó. No se puede aguantar una horda de 1.500 personas cuando se vienen encima a atacar a los otros hinchas, eso es imposible. No nos pueden sancionar en ese sentido, sobre todo que la sanción no va acorde con las acciones. Van a quebrar al equipo. ¿Qué buscan estos señores?', agregó.