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Historia pura. Titanes de Barranquilla superó con un marcador de 90-91 a los Cafeteros de Armenia y se coronó como nuevo campeón de la Liga Profesional de Baloncesto por sexta vez consecutiva.

Un título tejido. Los barranquilleros que remaron durante todo el partido ante un equipo cafetero que nunca se rindió y que alcanzó a irse por delante en las tablas para el último parcial, terminó ganando el encuentro gracias a un triple del venezolano Heissler Guillent quien con una finta eliminó a su defensor y envió un triple que hizo saltar a todo el coliseo El Pueblo de la ciudad de Cali.

Todo o nada. Los dirigidos por Tomás Díaz buscaban cerrar la serie no solo para decretarse como nuevo campeón histórico, sino para evitar darle vida a un equipo como Cafeteros que hasta estos momentos de la eliminatoria había estado sedado.

Con la ausencia del panameño Michael Hicks (expulsado en el segundo juego de la serie), el perímetro titánico tomaba tinte vino tinto. Los venezolanos Heissler Guillent y Yohanner Sifontes partían juntos por primera vez al maderamen con el fin de no bajar la producción ofensiva de un conjunto que tenía que cambiar su módulo.

Fiel a sus ideales de una defensiva férrea, El coach Manuel Berroteran, aún con la ausencia de uno de sus mejores jugadores (Héctor ‘Mickey’ Díaz), seguía confiando en su plan de juego para vencer a los vigentes campeones: abrir la cancha para luego hacer daño desde la pintura.

Los jugadores de la Selección Colombia Andrés Ibarguen y Álvaro Peña, poste con pasado currambero, eran los que más pesadillas aportaban debajo de los canastos barranquilleros. Ambos sacaban ventaja en la obtención de rebotes y no tenían miedo a disparar de media.