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Por:  Nilson Romo Mendoza

Los animales domésticos y aves no dejan de ser protagonistas en los estadios de fútbol de Colombia. Si hay perros que han invadido las canchas, lechuzas que han sobrevolado campos o descansado sobre el horizontal como en el Roberto Meléndez en Barranquilla y otros roedores paseadores, los felinos han dejado su huella y marcando territorio.

'Me pareció ver un lindo gatito', dice el pájaro piolín en la caricatura de televisión al ver al gato Silvestre. Pero el felino, que apareció sin el miedo de las siete vidas en una rueda de prensa del fútbol de Ascenso en Colombia, nos muestra que los animales domésticos son libres.

Tras el partido de Orsomarso, el fin de semana en el estadio de Palmira, Valle, el entrenador Víctor Barón explicaba junto a su capitán Carlos Hernández por qué perdió el equipo y la autocrítica tras ser goleado por los Leones 4 por 1 en la fecha.

'Damos gracias a Dios que nos da la vida (...).Entiendo que esa paz interior viene del creador y no está sujeto a ganar o perder un partido y nos pagan para competir siempre con la intención de…'.

De repente saltó un gato blanco de mancha gris color escama de pescado a la mesa y delante de Barón, quien movió su mano izquierda y decía. 'Que no ha sido fácil ganar de local..'.

El gato se dio vuelta, elevó su columna y empinando sus patas y con la cabeza la llevó a la mano derecha del entrenador de Orsomarso.

Carlos Hernández, sorprendido por la aparición del gato sonrió. Como dice el dicho: un ojo al gato y otro al garabato.

'La apuesta directiva de este semestre es seguir readaptando un equipo'.

Eso era lo que buscaba Felis Silvestri Catus, nombre científico del gato: la caricia, un movimiento que los expertos señalan que está relajado y busca aprobación.

El gato apaciguó la crítica por una goleada sin de los felinos mayores.

Orsomarso es último en el torneo de ascenso del fútbol colombiano tras disputar 13 partidos con 7 puntos. Leones es puesto 11 con 7 puntos. Y Deportes Quindío es líder con 23 puntos.