El sábado, en el estadio de prácticas del equipo filial de los Atléticos de Oakland, Las Vegas Triple A, Jordan Díaz (Montería 2000) acudió a su rutina de entrenamientos. Una tarde más para hacer sesiones de bateo. Jordan iba camino a iniciar en la jaula cuando el mánager Frian Riordan llegó por detrás. Eran las 3:30 de la tarde y el piloto le dijo sin saludarlo: 'Subirás a Grandes Ligas'.
Riordan tenía la cara del que es dueño de buenas noticias. Su dirigido no le ocultaba su admiración, respeto y cariño.
Jordan Díaz quedó en silencio unos segundos por lo que había escuchado. Movió su cabeza como buscando un cómplice en una reacción de reflejo delante de sus otros compañeros de equipo que también escucharon las palabras de Riordan.
Jordan preguntó al piloto y a todos:
–¿Es conmigo?
Los compañeros estallaron en risas.
–¿Es en serio? –insistió Jordan Díaz.
–Es en serio.
Hubo aplausos para el primera base, calificado como el prospecto #8 de liga menor en la organización de Oakland para jugar en Grandes Ligas. Jordan Díaz había cumplido ese sábado un mes en Triple A, y sus números iban para arriba. En 120 juegos esta temporada con Doble-A Midland y Las Vegas, bateó para .326 y .366. En un momento llegó a .515 de promedio ofensivo.
La lesión en la corva derecha del jardinero dominicano Ramón Laureano abrió la puerta para cumplirse el pronóstico de recibir el llamado del mánager de los Atléticos, Mark Kotsay, e inscribirse como el colombiano número 30 que participa en un juego de la ‘Gran Carpa’.
Con la noticia y el corazón sacudiendo el pecho, Jordan Díaz lo primero que hizo fue llamar a Montería a su mamá, Dallys Sandoval, quien no respondió. Luego llamó a su papá, Jorge David Díaz. Tampoco atendió.
En Cartagena, en la casa donde vive cerca del aeropuerto, Tito Quintero, el cazatalentos de Atléticos en Colombia, le recordó a su mujer que se cumplió su vaticinio: 'Cuando llegue un mensaje al grupo de chat (creado por su jefe en Oakland, Estados Unidos, Dan Feinstein, y en el que está el asistente de gerente, un asistente del director para América Latina y dos cazatalentos de la organización), agárrate que ese día Jordan Díaz será grandesligas'.
Tito Quintero, de 70 años, llamó a Dallys y tampoco respondió. Llamó a Jorge y no respondió. A las 5:30 de la tarde, volvió a marcar a la madre de Jordan y el número de teléfono estaba ocupado. Jorge Díaz le devolvió la llamada y dice Tito que al contarle la buena nueva 'se volvió loco'.
Lo que sí puede considerarse algo fuera de lo común es lo que vio Tito en 2014 en el estadio de Cartagena. Un año antes, Jordan David había sido el mejor bateador y ganador de varios trofeos en el torneo de desarrollo en Montería que organizó Quintero.
'Le comentaba a mis amigos que en mi vida había visto un niño de 15 años sacar seis bolas de un estadio, una detrás de otra y con un swing prácticamente sin esfuerzo. La puso allá en la gradería del outfield, donde está la tribuna metálica del estadio 11 de Noviembre. Por eso lo subimos de categoría a jugar con jóvenes mayores'.
Julio Franco, jefe de área de los Atléticos, tomó atenta nota y preguntó a Tito más sobre el pelotero, qué había investigado de él. Quintero dice que Luis Fernando Escobar Bocaterra, 'el único pelotero cinco herramientas que existió en el béisbol aficionado' del siglo pasado, fue quien educó a Jordan para el béisbol, junto a su padre que es aficionado.
A sus 14 años, Jordan y Leandro Emiliani, firmado por Nacionales, seducían a otros cazatalentos como Orlando Covo, quien los evaluó en un ‘tryout’ para los Piratas de Pittsburg. 'Me contaron que acabaron con la existencia de bola bateando jonrones en el campo de Confenalco en Cartagena'.
El 13 de agosto de 2016, fecha en la cual Jordan Díaz cumplió 16 años, fue firmado por Oakland. De ese momento está la foto que circula en redes sociales, precisa Quintero. 'La subí a Facebook. Fue toda una fiesta en la notaría. Hasta le dije a la notaria que si podía cerrar la puerta. Había mucha gente'.
El bono que firmó Jordan Díaz fue de 275.000 dólares (TRM del día siguiente fue $2.292) unos 630 millones de pesos al cambio.