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El boxeador santandereano Luis Quiñónez, que fue hospitalizado el sábado en la noche tras sufrir un nocaut en su combate con el colombo-venezolano José Muñoz, en el coliseo Elías Chegwin, en una velada organizada por la cuerda Cuadrilátero, fue declarado con muerte cerebral.

Una fuente de entero crédito le confirmó a EL HERALDO que el pugilista sufrió unas complicaciones que lo llevaron a ese estado.

Familiares de Quiñonez se trasladaron a la Clínica General del Norte para verlo y recibir el reporte médico.

'Mi hermano aún sigue luchando, todavía está vivo. Si no ha dejado de respirar, no se puede decir que mi hermano falleció. En estos momentos está respirando. Nosotros lo vimos y lo vimos fuerte todavía. Tenemos fe, sé que Dios puede hacer milagros sorprendentes, estamos esperando hasta último momento un milagro de Dios', dijo Leonardo Quiñónez, hermano de Luis en diálogo con el periodista Francisco Urruchurto.

Quiñónez, que fue noqueado por su amigo y compañero José Muñoz en la disputa del título nacional welter junior, entró a la clínica 'con deterioro neurológico producto de trauma craneoencefálico por contusiones traumáticas craneales secundario a su actividad profesional de boxeo', según informó el primer parte médico.

'Unas horas después del combate presentó somnolencia progresiva y obnubilación, con postura de descerebración a los estímulos centrales', explicó el centro médico.

Con el paso de los días, el deportista se fue complicando y la clínica anunciaba que su estado era de 'pronóstico muy reservado'.

Luis es un barranqueño de 18 años de edad que llegó hace cinco calendarios a la capital del Atlántico con la ilusión de ser campeón mundial de boxeo.