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La mirada del juez es penetrante. No sabe la respuesta, pero espera pacientemente el anuncio del ganador por parte del portador del micrófono. El público comienza la algarabía, infiriendo para quién podría ser la medalla. Los rostros de las boxeadoras nos dan un claro mensaje: fue un esfuerzo grande, más todos sabemos el nombre de la nueva campeona.