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Se fajó. Se lució. Se destacó. El séptimo título de la historia de Titanes de Barranquilla, el primero que consiguen disputando el último juego en casa, tiene el músculo y la garra de Soren De Luque.

El poste o pivot samario, que fue el máximo anotador (con 20 puntos) en el tercer juego de la serie final ante Caribbean Storm de San Andrés (97-74), este jueves en el coliseo Elías Chegwin, recibió el trofeo de Jugador Más Valioso de la instancia decisiva.

Su aporte en las dos áreas fue fundamental. Marcó puntos cruciales y defendió con alma y vida el tablero de Titanes, a la ofensiva y a la defensiva. Su carácter y lucha han sido un aporte fundamental en la campaña del campeón y en el momento cumbre de la temporada.