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¡Son invencibles! ¡Intratables! Los Titanes ratificaron su grandeza y conquistaron por séptima vez consecutiva el título de la Liga Profesional de Baloncesto al derrotar 97-74 a Caribbean Storm de San Andrés, este jueves en un coliseo Elías Chegwin repleto de público, emoción y júbilo.

El equipo de Barranquilla sacó la casta en el maderamen del escenario de la calle 72 y pasó por encima de un duro rival, que ofreció lucha y vendió cara su derrota, como en los dos juegos anteriores (en la isla), pero que volvió a resultar doblegado ante la jerarquía de esta divisa que nació para ganar.

De la mano del samario Soren De Luque, soldado que lucha y se luce en las dos áreas, y que la gente ovacionó coreándole: '¡MVP! ¡MVP! ¡MVP! ¡MVP! ¡MVP! ¡MVP!', Titanes se alzó con el triunfo y puso a gozar a la afición que abarrotó las tribunas.

En efecto, De Luque fue el MVP de la serie y máximo encestador de Titanes en el juego final con 20 puntos. Aparte logró ocho rebotes, 6 defensivos y dos ofensivos. Y aportó tres asistencias.