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Tiene la mayor cualidad de un referente, aparecer en los momentos importantes. Ese es Santiago David Calderón Valenciano, un pequeño goleador de raza que con su talento está llevando a la escuela Versalles a la etapa más definitiva de la Caribe Champions.

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Su habilidad lo hace brillar. Con el marcador parcial adverso – 2 a 1 a favor de Cachorros – todos los balones pasan por sus pies. El tiempo apremia y el atacante que porta el nueve en su espalda sabe que todos los envíos tienen que ser al arco.

Ya no hay otra oportunidad de reponerse. Atrás quedó la fase de grupo donde su equipo hizo un gran papel. Siendo estos los octavos de final de la competencia, el perder significaba decirle adiós a toda aspiración de título. Así lo entendió la promesa barranquillera.

Santiago Calderón comenzó su andar desde la mitad de la cancha y, después de eludir a las varias piernas que se le atravesaron por el camino, solo le quedó un poco de gasolina en el tanque para soltar un fuerte remate que dejó estremeciendo el pórtico rival. Fue un indicio de ilusión y el resurgir de las fuerzas versallistas.

El mismo Calderón propició una falta al borde izquierdo del campo. Ya no quedaban muchos minutos y por lo menos el descuento ya se había registrado en el tablero (2-1). El entrenador mandó a subir a todas sus torres. Sin embargo, el destino planeó otra cosa. Santiago lanzó un venenoso centró que amago con llegar a la pierna de uno de sus compañeros, pero - picando antes - se coló en las redes (2-2).

El grito fue sonoro e inició la confusión de quien había hecho el tanto. Los padres no sabían a quién abrazar, varios fueron los jugadores que se lo acreditaron, mas la mesa terminó otorgándoselo al goleador de Versalles.

El mayor sufrimiento fue en los lanzamientos desde los doce pasos. El empate les mostró una puerta para alargar su suspenso. No obstante, pasando por una casi eterna definición de penales (14-13), la alegría pudo ser completa para la escuela Versalles que disfrutó de su pase a la siguiente ronda.

'Estoy muy feliz por la clasificación. Fue un partido fuerte y frenético por el rival que tuvimos al frente. Son muy buenos. En la tanda de penales estábamos con la incertidumbre de que alguno de nosotros pudiese errar. Sin embargo, el arquero nos terminó salvando. La sentí como infinita', mencionó Santiago al final del cotejo.