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Se vio ridículo. Tres o cuatro veces, Paulo Autuori intentó hacer unas variantes, pero aparecían Yerson Candelo, Dorlan Pabón y Danovis Banguero para detenerlas y sugerirle otra cosa al entrenador del Atlético Nacional en la agonía de la final, que Millonarios terminó ganando en definición por tiros desde el punto penal (3-2).

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A través de la transmisión de televisión de Win Sports se observó claramente cuando el técnico determinó la salida de Jefferson Duque. El veterano atacante ya se retiraba del terreno de juego cuando Pabón lo detuvo y le dijo a Autuori que lo mantuviera en la cancha, quizá por su experiencia en la ejecución de penaltis.

En medio de las sugerencias de Pabón, Candelo, Banguero y otros jugadores que gesticulaban y hablaban, se notó desorden, indecisión y falta de autoridad del timonel.

Corría el asistente, se acercaba el delegado, los jugadores que iban a entrar preguntaban si sí o si no. Se alistaban para ingresar y los hacían retroceder. Pura y física confusión. Muchas voces y opiniones ante algo que debe determinar el que se supone es el mandamás del cuerpo técnico.

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