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Lo que parecía sería un partido de fútbol normal, sin ningún problema ni nada, terminó en una verdadera batalla campal que dejó escenas lamentables. Todo esto ocurrió el pasado domingo en un encuentro que estaban disputando los equipos Boca Juniors de Soledad y Maracaneiros de Bogotá en el estadio Moderno Julio Torres por el Torneo Nacional Sub-17.