Había fuego en el ring. Paulina Ángel explotó su juventud y fogosidad para arrasar con Mónica Henao y convertirse en la nueva campeona nacional y latina de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), en la categoría welter junior, el sábado en la noche en el Coliseo Elías Chegwin, de Barranquilla.
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Después del tradicional round de estudio en el que las dos se mantuvieron recatadas, la antioqueña, de 22 años de edad, desató su furia boxística, llevó el tren del combate y conectó los mejores golpes ante la modelo metense, que tiene 36 calendarios.
Henao, a pesar de su contar con mayor experiencia, vivió un infierno en el cuadrilátero. No supo cómo contrarrestar el dominio y la ráfaga de puños que disparó su vigorosa oponente desde el segundo hasta el sexto asalto, cuando el réferi, después de consultar con el médico y los jueces, declaró nocaut técnico por una herida pequeña, pero profunda en la barbilla de la pugilista que está radicada en Panamá.
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La pupila del reconocido ex boxeador y entrenador panameño Celso Chávez no aprovechó su mayor alcance y estatura. Se mantuvo precavida y en guardia, sin soltar mucho las manos. En cambio, Ángel seguía ‘endemoniada’ y buscando la victoria.
La herida se habría presentado en un cabezazo accidental. Mónica Henao se quejó de que el árbitro permitió varios cabezazos y golpes en la nuca, pero realmente existió una notoria superioridad, iniciativa y determinación de Paulina Ángel.
Incluso, en el quinto episodio, un golpe de la paisa tambaleó a la huilense y casi la manda a la lona.
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'Le dedico la victoria a mi mamá (María Victoria Velásquez), que es la mujer más fuerte que conozco, ella siempre puede con todo', dijo Paulina Ángel.