El hombre es experto en el tema. Aunque Álex Rambal surgió y creció en el barrio La Magdalena de Barranquilla, y el punto más alto en el que jugó durante su formación como futbolista en el departamento del Atlántico “fue la sede de Combarranquilla en Solinilla”, dice riéndose, este futbolista currambero sí que sabe perfectamente lo que significa jugar a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar.
Rambal, que militó varios años en el Barranquilla FC (2011-2013) y alcanzó a ser emergente en varios partidos de Junior de la mano de Miguel Ángel ‘el Zurdo’ López (2013), “sin tener la fortuna de entrar al campo de juego con la rojiblanca”, ha jugado en los 2.600 metros de altitud de Bogotá, con Millonarios (2019) y La Equidad (2020); en los 4.070 m de El Alto, con Always Ready der Bolivia (2021-2022); en los 3.400 m de Cusco, con el Deportivo Garcilaso de Perú (2023); y en los 3.048 m de Tarma, con la Asociación Deportiva Tarma (ADT), su actual equipo en la primera división peruana.
Tiene toda la experiencia para hablar a boca llena y con autoridad sobre lo que le espera a la selección Colombia frente a Bolivia, en el duelo de Eliminatoria al Mundial 2026 que se vivirá este jueves, a partir de las 3 p.m., en el estadio municipal de El Alto (que también es conocido como El Titán o Estadio de Villa Ingenio).
En diálogo con EL HERALDO, Rambal opinó que hubiera sido mejor para Néstor Lorenzo y sus dirigidos concentrarse en Santa Cruz de la Sierra, que es en el llano boliviano, en vez de Cochabamba (a 2.558 metros sobre el nivel del mar), antes que subir a El Alto, sede del partido.
“Santa Cruz es una ciudad llana, sin altura, y te aclimatas mejor. Además, no hay jugadores en la selección que jueguen a esa altura de manera regular, excepto Montero, que es de Bogotá, pero eso no es lo mismo que El Alto. Varios equipos, recuerdo al Deportivo Cali y al Boca Juniors, nos hicieron buenos partidos y nos sacaron puntos (cuando estaba en Always Ready), porque llegaron el mismo día a El Alto viniendo de Santa Cruz. Pienso que era mejor que la selección viniera de allá”, comentó Rambal, a quien no le parecía descabellado que se tuviera en cuenta a un jugador como Michael Ortega, quien es figura en el The Strongest de La Paz, capital boliviana a 3.640 metros sobre el nivel del mar.
“Yo hubiera llevado a Michael Ortega, que juega en La Paz y está aclimatado. Conoce el balón y el terreno. Está en un equipo grande y marca diferencia, además juega con muchos de los seleccionados de Bolivia. Hubiera podido orientar a los jugadores en muchos aspectos”, consideró Rambal.
“La altura es complicada allá. La pelota vuela diferente, va más rápido, y hay que adaptarse. Eso es algo que deben tener en cuenta, sobre todo con la media distancia. Los bolivianos van a aprovechar eso porque patean de lejos y saben que la bola va a otra velocidad. Colombia tiene que tener mucha precaución, especialmente el arquero”, agregó.
El defensa central barranquillero fue dirigido en Always Ready por Óscar Villegas, actual entrenador de la Bolivia. “El profe Villegas tiene muchísima experiencia en la altura. Estuvo también en San José, de Oruro (a 3.735 m). Su preparador físico es argentino, es amigo mío. El profe Óscar armó su cuerpo técnico con gente que conoce bien cómo se juega en altura. Siempre busca intensidad en los entrenamientos. Su objetivo es ahogarte desde el primer minuto, pero eso se puede contrarrestar si Colombia maneja bien la pelota y se dosifica”.
Rambal no ve como una misión imposible bajar con puntos de El Alto. “Definitivamente yo les recomendaría hacer un calentamiento fuerte, ahogarse bien antes de empezar el partido. Esto te ayuda a acostumbrar a los pulmones y te da un segundo aire cuando entras a jugar. En el camerino hay que usar bombas de oxígeno, incluso nosotros, cuando yo jugaba en Always Ready, también las usábamos todo el tiempo en El Alto. Es que la altura de allá la sienten todos”.
“Yo usaría dos nóminas diferentes. Jugar en la altura desgasta muchísimo, y luego ir al calor y la humedad de Barranquilla te puede pasar factura. La deshidratación y el esfuerzo físico en ambos partidos va a ser brutal. No pondría a los mismos once jugadores en ambos encuentros”, conceptuó.
Álex Rambal, que decidió marcharse del Junior cuando era un canterano de 20 años y el equipo se reforzó con Gustavo Cuéllar, Jhonny Vásquez y otros jugadores que le restaban posibilidades de jugar como volante de marca, su posición inicial antes de convertirse en zaguero, función con la que se ha mantenido en el profesionalismo, pidió no ignorar el frío que hay en El Alto, donde es frecuente las lluvias de granizo y que la cancha se cubra de hielo.
“Recuerdo una vez que llegamos a entrenar y el estadio estaba cubierto de hielo. Nos tocó a nosotros mismos sacar el hielo para poder entrenar. Ese día ganamos 5-0. Es que allá casi siempre goleábamos a los equipos del llano (risas), incluso a equipos fuertes en la Libertadores como Internacional o Corinthians. Es bravo”, concluyó.