William Pereira Rogatto reveló ante la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) de Manipulación de Juegos y Apuestas Deportivas en el Senado brasileño que ha manipulado resultados en el campeonato 2024 de su país, admitiendo que al menos dos árbitros de primera división del fútbol colombiano trabajaron para él.
En su testimonio, Rogatto detalló cómo sobornaba a los árbitros antes de los partidos, ofreciéndoles pagos que podían llegar hasta los 40 millones de pesos colombianos. Según explicó, estos árbitros recibían instrucciones precisas para influir en decisiones clave durante los encuentros, como pitar penales o mostrar tarjetas, a cambio de sumas muy superiores a sus honorarios habituales.
“Un árbitro hoy gana alrededor de $7.000 reales (moneda brasileña) por partido. Yo les pagué 50.000 reales. ¿No es sospechoso que un árbitro vaya al VAR y pite penalti aunque las imágenes digan lo contrario? Acabo de manipular un partido en Colombia, tengo videos de los dos árbitros que trabajaron para mí”, confesó Rogatto ante los senadores.
Esta confesión se produce en medio de un clima de creciente preocupación en Colombia, donde clubes como Envigado Fútbol Club han reportado intentos de corrupción. El 7 de octubre, Envigado emitió un comunicado advirtiendo sobre ofertas económicas a sus jugadores para que actuaran en contra de la ética competitiva y la legalidad. La institución, firme en su compromiso con la transparencia, ha presentado denuncias formales ante la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y la Federación Colombiana de Fútbol (FCF).
“Envigado Fútbol Club S.A. realizará todos los esfuerzos posibles para llegar al final de las investigaciones sobre el intento de afectar al equipo y al normal desarrollo de los compromisos que disputa”, señaló el club en su comunicado, subrayando que las apuestas deportivas y la lucha por no descender son factores que alimentan estas conductas ilegales.
El caso de Rogatto, señalado como el líder de una red de manipulación que afectó a 42 equipos en Brasil, ha provocado un sismo en el fútbol sudamericano. A través del club Santa Maria, alteró los resultados del campeonato de ascenso en 2024, generando ganancias de hasta 300 millones millones de reales. Las autoridades del Ministerio Público del Distrito Federal y Territorios (MPDFT) han señalado que la manipulación de resultados se extiende más allá de Brasil, alcanzando el fútbol colombiano.
La CPI brasileña, en su esfuerzo por desenmascarar esta red de corrupción, ha convocado a otros testigos, incluyendo al tío del futbolista Lucas Paquetá, mientras que Rogatto, quien reside fuera de Brasil, compareció por videoconferencia. Este escándalo, que involucra tanto a árbitros como a jugadores, pone en entredicho la integridad de las competiciones deportivas en la región.
Ante esta situación, la Federación Colombiana de Fútbol y Dimayor enfrentan la presión de esclarecer los hechos y garantizar que las ligas locales no sigan siendo permeadas por este tipo de prácticas corruptas. Las investigaciones en curso podrían revelar hasta qué punto el fútbol colombiano ha sido vulnerado por las mafias de las apuestas y la manipulación de partidos.
Rogatto es apodado en su país ‘el Rey del Rebaixamento (descenso)’ por todo lo que influyó en la manipulación de resultados en el campeonato de segunda división.