La pasó mal. Muy mal. Fernando Jaramillo fue recibido con duros insultos y un ambiente tenso en su llegada al estadio Atanasio Girardot para asistir a la final de la Liga II entre Atlético Nacional y Deportes Tolima.
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El presidente de la Dimayor, rodeado de algunos de los integrantes de su equipo de trabajo, entró al escenario antioqueño caminando y en medio de la afición local, que apenas lo identificó, le empezó a gritar improperios y vulgaridades de toda clase.
En redes sociales circulan videos de la llegada de Jaramillo al Atansio tratando de ignorar la tensa bienvenida que le dieron los verdolagas. Algunos fanáticos se le acercaban peligrosamente y de manera agresiva. Las personas que acompañaban al dirigente lo protegieron y procuraron apartar a los agresores.
Hubo uno que le alcanzó a gritar casi en la cara, como tratando de agredirlo físicamente. No se veían policías brindándole seguridad a la cabeza visible de la Dimayor.
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Fernando Jaramillo nunca respondió a las ofensas y agravios. Apretó el paso para dejar atrás el mal rato rápidamente. Aunque, muy seguramente, en el interior del estadio no fue más agradable su estadía.
Jaramillo, a quien los seguidores verdes señalan como hincha de Millonarios, ha recibido críticas constantes de la prensa e hinchada paisa, que ha victimizado al Nacional por algunas sanciones que han recibido sus integrantes y la plaza.
En medio de esos castigos y el apasionamiento de las diferentes hinchadas de los equipos del fútbol colombiano, los verdolagas han acusado a Jaramillo como el impulsor de las supuestas injusticias contra la escuadra antioqueña.
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