Jefferson Martínez se convirtió en figura inesperada del clásico costeño entre Junior y Unión. La expulsión tempranera del arquero uruguayo Santiago Mele se convirtió en una nueva oportunidad para confirmar que el cancerbero antioqueño es un suplente de garantías.
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Martínez, de 31 años, se mostró feliz por su actuación, señalando el trabajo silencioso que viene haciendo y la confianza que el técnico ha depositado en él como los principales motivos para estar siempre preparado para cuando le toque atajar.
“El trabajo honesto siempre da frutos. Aparte, está la confianza que el profe (Farías) siempre me brinda y me manifiesta. Cuando tú siempre te entregas, Dios siempre te va a respaldar, y así fue esta noche”, dijo.
“Sé que mi momento va a llegar, así que tengo que aprovechar las oportunidades que tenga y tengo que respaldar al profe (Farías), que fue un pilar importante para que yo me quedara en el equipo. Entonces cada vez que me ponga tengo que salir a matar, porque él confió en mí, confió en mis condiciones”, agregó.
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Jefferson resaltó del equipo el “orden”, el “amor propio” y las “ganas”, sacando adelante un partido que por ahí parecía ponerse de espalda con la expulsión tempranera de Mele.
“Quiero resaltar el orden, el compromiso que tuvimos hoy. Este fue un Junior que se entregó y entendió la situación del partido. Afortunadamente logramos sumar, que era el objetivo. Acá vinimos a buscar los tres puntos, pero a veces se presentan jugadas o acciones como estas —la expulsión—, así es el fútbol y hay que lidiar con eso. Pero hoy la entrega, el amor propio y el deseo de ganar este clásico fue mucho mayor”, expresó.
El arquero rojiblanco cree que hubo un gran acoplamiento con la línea defensiva, que en esta oportunidad contó con las novedades del ingreso del paraguayo Javier Báez, el regreso de Jhon Navia y el paso de Jhomier Guerrero de la banda izquierda a la derecha.
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“Creo que nos complementamos bien, porque somos un grupo de trabajamos a la par, tanto los titulares como los habituales suplentes. Entonces fue fácil adaptarnos, tanto con (Javier) Báez, como con el sistema que íbamos a trabajar. Lo importante hoy era dar seguridad y para eso nos preparamos, para dar lo mejor cada vez que nos toque”, concluyó.
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