José Quintana no solo brilló en su debut con los Cerveceros de Milwaukee, sino que también escribió su nombre en los libros de historia del béisbol. El veterano lanzador zurdo de Arjona, Bolívar, lanzó siete entradas en blanco en la victoria 7-0 sobre los Diamondbacks de Arizona y se convirtió en apenas el lanzador número 24 en vencer a los 30 equipos actuales de las Grandes Ligas.
“Enfrentar a los 30 equipos y conseguir una victoria ante cada uno significa mucho para mí”, aseguró Quintana tras su impecable actuación. “Los sueños se hacen realidad, y quiero seguir adelante”.
La presentación de Quintana fue sencillamente dominante: permitió solo cuatro imparables (todos sencillos), no otorgó bases por bolas y enfrentó apenas a un bateador más del mínimo. Una doble matanza en el primer inning —que resolvió con solo seis lanzamientos— marcó el tono del resto de la noche. “Fue hermoso”, dijo el receptor William Contreras. “Lo que esperaba, pasó. Tiene experiencia, sabes que puedes confiar en lo que hace. Fue un gran juego para empezar”.
Quintana, quien permaneció como agente libre hasta marzo, tuvo que realizar una preparación extendida en ligas menores enfrentando a jugadores de 17 y 18 años. Por eso, el manager Pat Murphy estaba particularmente atento al primer inning. “Ese primer episodio puede vaciarte”, comentó Murphy. “Pero Quintana no lo permitió. Lo controló todo desde el inicio”.
Además de lograr una marca personal histórica, Quintana también fue una solución urgente para una rotación diezmada por las lesiones en Milwaukee, que ya ha utilizado ocho abridores en sus primeros 14 juegos. Aun así, el cuerpo técnico prefirió esperar el momento adecuado para activarlo. “Pudimos haberlo apresurado una semana antes”, explicó Murphy. “Pero tomamos la decisión correcta. Siempre he admirado a este tipo desde lejos”.
La ironía no pasó desapercibida: Quintana tuvo una efectividad de 2.98 en su carrera frente a los Cerveceros, incluyendo un dominante 2.13 en siete aperturas contra ellos en 2018. “No, lo odiaba”, bromeó Murphy. “Sabía que cada vez que nos enfrentaba, nos iba a complicar la noche”.
El colombiano de 36 años mostró que aún tiene mucho que ofrecer. Con aplomo, control y temple, dio una clase magistral desde la lomita. Y en su primera aparición de la temporada 2025, demostró por qué sigue siendo una pieza confiable en cualquier rotación.
“Fue como en los viejos tiempos”, confesó Quintana sobre los nervios antes del partido. Tras colgar el séptimo cero, encontró a Murphy esperándolo en la cima del dugout con una gran sonrisa. “He visto esa actuación muchas veces”, le dijo el mánager. “Pero esta es la primera vez que estoy feliz por ello”.