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El fútbol siempre será un escenario para disfrutar con los amigos, y Martín Arzuaga quiso tener a los más cercanos y allegados en la cancha y en la tribuna antes de su adiós de las canchas profesionales.

El torito de Becerril, Cesar, los convocó al estadio Romelio Martínez, donde comenzó su carrera, y hasta recordó un excompañero fallecido y campeón con el Junior en 2004, Cristian Racero. Antes del partido amistoso de despedida también le dio voz a su hijo.

'Papi, que sigas siendo el mejor', le dijo Martín de Jesús Arzuaga recibiendo un abrazo del progenitor.

Martín Arzuaga, padre, había tomado el micrófono primero. 'Gracias a Dios por compartir este momento. (...) Los llevaré en el corazón', dijo el atacante, autor de 199 goles como profesional. 

El delantero de Becerril, Cesar fue acompañado por unas mil personas, entre ellas una decena de familiares, y formó en un equipo con Andrés Peláez, Daniel Machacón, el argentino Walter Ribonetto, Roberto Peñaloza, Francisco Alvear, Leonardo Rojano, José Amaya, Macnelly Torres, Omar Pérez y Emerson Acuña, onceno base del equipo campeón con Junior en 2004 y dirigido por Miguel Ángel el ´Zurdo' López.

Arzuaga anotó el primer gol de su equipo que enfrentó al onceno de Miguel Patiño, Farid Díaz, Aquivaldo Mosquera, Édgar Zapata, Walmer Pacheco Borja, John Javier Restrepo, Abel Aguilar, Giovanni Hernández, Nicolás Benedetti, Alfredo Morelos y Miguel Borja. 

Con la pirotecnia, tras finalizar el primer tiempo a favor del equipo de Arzuaga 3 goles por 2, los jugadores se dieron un baño de masa con aficionados en busca de la foto. ya no se piden autógrafos sino fotos con los teléfonos móvil.

Borja, el más buscado y coreado por hinchas del Junior ubicados en la tribuna techada, fue el más pedido. 

Vladimir Hernández, Michael Barrios y Mauro Manotas, jugadores activos y los ex jugadores Osvaldo Mackenzie y Víctor Pacheco, jugaron en contra de Martín Arzuaga, capitán del Junior de 2004.

El juego entretenido mostró detalles de calidad como el giro de 360 grados con una pierna de Giovanni Hernández y Oswaldo Mackenzie con una sotana o túnel de museo a José 'Ringo' Amaya. 

Arzuaga volvió a marcar dos goles más, uno de tiro penal, al portero Milton Patiño en el segundo tiempo y con el ánimo de los cantos de los aficionados: ¡Goleadooor, goleadooor!  

En el minuto 70, Arzuaga cambió de bando. Se quitó la camiseta amarilla azul con pecho amarillo y con el partido ganando 5 por 4 para ponerse la del rival la tradicional la rojiblanca. 

Un Arzuaga mostrando que a pesar de los 36 años sigue teniendo esa explosión y el arco entre ceja y ceja anotó para poner el definitivo 5 por 5. Con los ojos vidriosos y emocionado cerró su carrera el Torito de Becerril, un goleador de raza.