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Belmar Preciado Gómez sigue usando guantes, pero ya no son de boxeo. La pandemia del nuevo coronavirus obligó al pugilista tolimense, radicado en Cartagena desde 2013, a salirse del ring para subirse en su moto y dar la pelea en la agitada, y heroica por estos días, labor de los domicilios.

Preciado Gómez viajó en febrero a Ciudad de México, donde estuvo preparándose durante un mes para un combate de peso pluma contra el irlandés Michael Conlan, en el Madison Square Garden, en Nueva York, Estados Unidos, el 17 de marzo. Ya estando en la ‘Gran Manzana’, después de la rueda de prensa previa al pleito, se anunció la cancelación de la cartelera por la emergencia sanitaria y al pegador criollo no le tocó otra que regresar a Colombia y resignar su posibilidad de ascender en los escalafones de su categoría en la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

'El 13 de marzo, cuando se hizo la rueda de prensa con todos los que iban a estar en el evento, en la noche nos dieron la noticia que todo se había cancelado por la COVID-19. En Nueva York estuvimos una semana. Después nos devolvimos tristes para Colombia porque habíamos hecho una preparación buena y fuerte, con boxeadores mexicanos. Todo estaba preparado para que estuviéramos bien en los combates. Regresamos a Colombia sin nada (en el bolsillo). Ahora hay que esperar que esta situación pase', le contó el deportista a EL HERALDO vía telefónica.