Compartir:

Barranquilla ‘batea de jonrón’ con su nuevo estadio de béisbol. El Édgar Rentería, que se levantó en el Barrio Abajo, en el mismo lugar donde se ubicaba el Tomás Arrieta, luce espectacular, majestuoso, impresionante, comparable con uno de las Grandes Ligas.

No es solo su impecable diamante de gramado verde y parejo, con arcilla y bases importadas, el estadio es asombroso y atractivo por sus cómodas y espaciosas sillas con porta bebidas, por sus vestidores enormes perfectamente adecuados y con aire acondicionado, su gran sala de prensa, sus corredores, su amplio gimnasio, la oficina de los mánagers, el cuarto de los umpires, la sala antidopaje, los 19 palcos privados, las 13 cabinas de radio, las jaulas de bateo, la enfermería, las cafeterías y restaurantes y el museo dedicado al béisbol colombiano, con espacios dedicados a ese ídolo de la pelota caliente que le dio nombre a este nuevo escenario, Édgar Rentería.

El recién llegado vecino de la Avenida la María es realmente un orgullo para la ciudad.

Solo faltan algunos detalles para su apertura: acabados, dotación, adecuación y limpieza. Además de la instalación de una pantalla gigante de 9 metros de largo por 13 de ancho, en la parte exterior del jardín central.