El resultado negativo 92-74 ante los Warriors en la primera final de la Liga Profesional de Baloncesto hiere a Titanes, pero no los deja muertos. Este miércoles, a las 9 p.m., también en el coliseo Genny Bay de San Andrés, el quinteto barranquillero buscará la victoria para rematar en casa dos juegos y llevarse el título.
Tomás Díaz, entrenador de los Titanes, es consciente de que su equipo cometió errores, pero está confiado en que se les puede hacer daño a los isleños. 'Fue un partido que se lo merece la afición. Hasta cierto punto el juego iba apretado. El resultado no dice mucho de lo que fue el juego en sí. Mañana (hoy) hay que buscar el resultado, pero ya los probamo, ya sabemos qué podemos hacer', destacó el timonel cartagenero.
Xavier Roberson, que terminó el duelo con 29 puntos, fue el único de los jugadores de la ofensiva de Titanes que estuvo fino. Michael Sneed y Jesús Medina desaparecieron por momentos del maderamen. Ese fue uno de los puntos que aprovechó Warriors para ganar: bloquear al referente número ‘23’.
'La enseñanza que nos deja este juego es que tenemos que fortalecer más abajo, los rebotes y buscar la forma para que nuestra ofensiva sea más repartida. Xavier cargó mucho la ofensiva y fuimos muy evidentes. Mañana (hoy) hay que repartir un poco más el ataque', agregó Díaz.
La falta de un pívot le ha hecho mella a los Titanes, pero Díaz sabe que a pesar de no tener un jugador con esas características, puede controlar. 'Confíanos en nuestra gente. Vamos a hacer unos ajustes. Miguel Marriaga (poste de Fastbreak de Cali) era más peligroso que Jhon Hernández y lo pudimos controlar. Si controlamos los tableros hacemos otro juego diferente', concluyó el entrenador.