Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 esperan por la participación de alrededor de 10.500 atletas de 206 países. Entre ese pequeño mundo de deportistas, hay un boxeador nacido en el barrio El Bosque de Barranquilla, que se está preparando desde hace cuatro años para vivir este momento único.
Su nombre es Juan Carlos Carrillo, tiene 23 años y es uno de los 147 atletas que están confirmados, por ahora, en la delegación colombiana, para participar en las justas olímpicas, que arrancarán el próximo 5 de agosto en territorio brasileño.
Este barranquillero partió el pasado sábado hacia Río de Janeiro, desde Bogotá, junto al equipo de boxeo olímpico colombiano, con el sueño claro de ser medallista, aún a sabiendas del duro camino que le espera en la disputa por este galardón.
EL HERALDO dialogó vía telefónica con Carrillo, mientras esperaba el vuelo que lo llevaría a Río, donde espera llenarse de gloria.
'Compa, algo sí te digo, yo llevo cuatro años preparándome para esto, para buscar una medalla olímpica, voy con todo, y es en lo único que pienso en estos días, Dios está conmigo y seguro que vamos a darle una alegría a nuestro país', afirmó.
¿Cómo va su preparación para Río de Janeiro 2016?
Compadre, excelente, son cuatro años buscando este sueño, imagínate esa preparación.
En estos cuatro años de preparación, ¿en qué se ha fortalecido más?
En la fuerza y en la pegada. Mi hermano, tú sabes que esto no es fútbol, no es ajedrez ni dominó, esto es boxeo, esto es golpe, entonces ahí ya tú vas mirando. El nocaut uno no lo busca, sale solo, entonces nosotros vamos viendo si se puede ganar por decisión, pero si se puede ganar por la vía rápida es mucho mejor. En este deporte hay que luchar y echar para adelante, porque ganar por cualquiera de las dos vías es ganancia.
¿Cómo fue la consecución del cupo en Venezuela?
Me salieron cuatro peleas. Primero fue uno de Serbia y gané por nocaut; la segunda fue con un europeo, la gané por decisión; luego en la clasificación me salió uno de Polonia, y la gané por nocaut en el segundo asalto, y ya en la final me impuse, por decisión, contra un campeón mundial.
¿Cómo ve la pelea por el oro olímpico?
A los Olímpicos van los mejores del mundo, pero nosotros estamos entrenando fuerte, vamos a dar lo mejor de nosotros y a luchar para estar en el podio olímpico. Todos los deportistas van a ganar y estar ahí es un sueño para todos.
Hablemos un poquito de sus inicios…
Fue duro. Yo soy del barrio El Bosque. Mi papá fue boxeador (Juan Carlos Carrillo), entonces mi hermano (Leonard Carrillo) empezó a entrenar a los 9 años, en el Coliseo El Campeón. Cuando mi hermano llevaba como un año yo también quise ser boxeador y comenzamos a darle. Después pasamos a Selección Atlántico en todas las categorías. Ya el gimnasio no existe, además el que me entrenaba falleció, Ernesto Ramírez.
¿El boxeo le sirvió para alejarse de las malas compañías y los vicios de las calles?
Sí claro, aunque nosotros ya no vivimos ahí, vivimos en Soledad, pero a mí cuando me preguntan que de dónde soy, yo digo orgulloso que soy de El Bosque, yo mi barrio no lo cambio por nada. Ese es un lugar no tan bueno, pero nunca tuvimos problemas, una que otra cosa como todo, mi papá era un poco buscador de pleitos y antes las mamás de los amigos de nosotros no dejaban que ellos andarán con nosotros, que porque éramos peleoneros, pero las cosas no fueron así. Pero mira, el mundo da tantas vueltas y ahora estamos acá.
¿En algún momento pensó en retirarte del boxeo?
Antes de ir a Venezuela nosotros fuimos a Bakú, en Azerbaiyán, buscando el cupo para los Olímpicos. Allá perdí y la decepción fue tan grande que pasó por mi cabeza el retiro. Cuando uno pierde así es duro, pero luego recapacité, me levanté y luché para clasificar a Río hasta que lo conseguí. El boxeo es duro, es un deporte de impacto. El boxeo es mi vida, yo nunca lo voy a dejar porque me lo ha dado todo.
¿Y por qué decidió no retirarse?
Luego de perder yo hablé con el profesor y le dije que quería estar con mi familia, quería dedicarle tiempo a mi hija. El profe me dijo, ‘date la última oportunidad para clasificar, vamos, y si no clasificas, le dedicas todo el tiempo a tu hija’. Yo insistía que me iba, pero él logró convencerme, porque más que un profesor es como un padre para mí. Le hice caso y finalmente mira como me fue. Le agradezco a él por permitirme vivir esto.
¿Cuáles son sus expectativas después de los Juegos Olímpicos?
Mi hermano, ya me han salido ofertas para saltar al profesionalismo y es lo que voy hacer el otro año. Pelearía en los 78 kilos, supermediano.
¿Tiene un referente en el boxeo?
Mayweather, yo soy contragolpeador.