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Por:  Rafael Castillo Vizcaíno

Los narradores afilan sus gargantas. Los redactores limpian sus teclados. Los hinchas preparan su mejor sillón. Los jugadores alistan sus guayos. Los técnicos mueven sus fichas. Los árbitros desempolvan sus tarjetas. El fútbol profesional colombiano presiona ‘play’ luego de una pausa de casi seis meses por la pandemia del coronavirus, con el primer duelo de la Superliga entre Junior y América, hoy, a partir de las 7:30 p.m., en el estadio Romelio Martínez, de Barranquilla. El segundo choque será el viernes en Cali (7 p.m.).

Después de que se acabaron todas las Ligas europeas, luego de la conclusión de la Champions y la Europa League, posterior al comienzo de la Liga de Naciones de la Uefa y de la mayoría de los campeonatos de Sudamérica (a excepción de Venezuela, Argentina y Bolivia), tras la destitución de Jorge Enrique Vélez de la presidencia de la Dimayor y la llegada de Fernando Jaramillo en su reemplazo, tras muchos dimes y diretes en kilométricas asambleas virtuales, luego de miles de declaraciones públicas de dirigentes y ministros, después del cumplimiento de un estricto protocolo de bioseguridad, de muchas pruebas de covid-19 y trámites gubernamentales, después de todo eso, por fin retorna el balompié criollo.

'Estamos felices de volver y de poder jugar una final, la cual, obviamente, queremos ganar', dijo hace unos días Sherman Cárdenas, volante rojiblanco, a través de una rueda de prensa telemática, como vienen siendo todos los contactos con los futbolistas.

Procurando gambetear cualquier posibilidad de contagio de coronavirus, integrantes de Junior y América encararán la nueva e inusual realidad del deporte en el país y en el mundo, sin público en las tribunas y con muchas medidas de precaución.

'El contexto que rodeará este juego será extraño, por todo lo que estamos viviendo', admitió Miguel Ángel Borja.

No obstante, el delantero y sus compañeros parecen resignados y abiertos a amoldarse a lo que el presente dispone.

'Tenemos que adaptarnos a esta nueva realidad, una realidad que no varía las ganas y el deseo de ganar. No vemos la hora de que llegue el martes', declaró Cárdenas.