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Está tranquilo en Estados Unidos. Piensa más en sus nuevos negocios que en el fútbol. Madrugar para ir al entrenamiento y la proximidad de los partidos ya no lo entusiasma demasiado. Se apagó la llama. Cristian Bonilla, a sus 28 años de edad, no siente la misma pasión por evitar goles, y por eso anunció este domingo que cuelga los guayos, los guantes y el buzo.

No va más el arquero que disputó tres mundiales con selecciones Colombia, uno sub-17 (Nigeria-2009) y dos sub-20 (Colombia-2011 y Turquía-2013).

El manizalita, que pasó por Chicó, Atlético Nacional, Equidad, Al-Fayha FC (Arabia Saudita) Millonarios y San Antonio FC, de la USL Championship, una liga de Estados Unidos distinta a la MLS, tiró la toalla con el fútbol, le contó a EL HERALDO lo que ocurrió.

¿Por qué tomó la decisión de retirarse del fútbol?

La decisión pasa porque ya no sentía lo mismo que sentía antes, yo siempre he sido una persona con pasión, con amor y al no sentir esa pasión que sentía antes, y esos sueños, hay que ser honesto conmigo mismo. Fue una profesión que tanto me dio, obviamente no hay otro motivo. Tengo que ser claro, tengo mis negocios, mi empresa; estoy tranquilo con la decisión y siento que estoy respaldado por Dios.

¿Le pasó algo en San Antonio, el club en el que estaba actuando, para decidir su retiro?

No, en lo absoluto. Quedo supremamente agradecido con ellos, se portaron 10 puntos, no compartían mi decisión, pero la respetaron y eso fue lo importante.

¿No se va a arrepentir de esta decisión más adelante, no piensa qué le faltó más por dar bajo los tres palos?

No, con seguridad en algún momento te puedes sentir confiado si fue muy apresurado o no, a la final son decisiones y el tiempo dictará las cosas. Lo que sí puedo decir es que estoy muy tranquilo y seguro de mi decisión y tengo un proyecto de vida y ojalá con el favor de Dios lo pueda conseguir.

El fútbol ya no es su sueño…

No, ya no lo es. Mis sueños son dedicarme a mis negocios, a mis cosas, por eso hay que ser honesto conmigo y con el fútbol, me dio demasiado como para que hoy no sea mi sueño, y seguir ahí…

Tras la decisión de su retiro, ¿usted tiene en mente seguir vinculado al fútbol?

No sé si directamente con el fútbol, pero ahora quiero mirar mis proyectos personales, ambicionar otros. Tengo una empresa acá en Miami con un primo, de inversiones, de tema inmobiliario; estamos en eso y con seguridad se va a ver a qué me estoy dedicando.

¿Siente que le faltó algo, un sueño por cumplir en su carrera deportiva?

Logré muchos sueños como persona y como futbolista, creo que lo único no fue haber jugado un Mundial de mayores, de resto creo que lo cubrí casi todo: sudamericanos, mundiales sub-17 y sub-20, unos Juegos Olímpicos, Mundial de Clubes, campeón de ligas, Copa, campeón de Copa Libertadores, Esperanzas de Toulon.

De todos los momentos que vivió en su carrera deportiva, ¿cuál fue la que más le marcó?

Mi primer partido con Nacional fue uno de esos momentos inolvidables, me marcó mucho, ganar el torneo Esperanzas de Toulon fue muy especial, mi debut. Fueron muchos momentos lindos, la gran mayoría. Esos son los que me llevo en la memoria.

¿Cuál es el balance que hace de su carrera deportiva?

Me quedo con lo bonito, que hice una carrera impecable en el factor disciplinario y eso la verdad para mí es demasiado gratificante, más allá de los títulos y eso; el terminar así creo que es magnífico.

¿Quiénes fueron esas personas que lo marcaron o dejaron huella durante su andar bajo los tres palos?

Muchas personas, grandes técnicos, jugadores, presidentes. Alexis Henríquez, Santiago Escobar, Eduardo Lara, Macnelly Torres; una cantidad de jugadores, mencionarlos todos es muy difícil. Me quedo con lo mejor de cada uno, con sus consejos, experiencias. Ahora vienen nuevos proyectos, muchas cosas, estoy muy motivado y entregándole todo a Dios.