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La vida de Luis Fernando Muriel no solo gira en torno a un balón y a una cancha de fútbol. El delantero sigue disfrutando sus vacaciones en Santo Tomás, su pueblo natal, sin perder su estado físico, acudiendo diaria y puntualmente al gimnasio. Sin embargo, aparte de sus responsabilidades como deportista, saca tiempo para gozar de otras dos pasiones que le toca gambetear cuando está en plena temporada: el acordeón y los caballos.

Mientras en España varias versiones de prensa anuncian que será nuevo jugador del Sevilla, Muriel se relaja cabalgando en su finca y tocando el instrumento insignia del vallenato.