El golfista estadounidense Tiger Woods, quien pasó por un calvario de lesiones en su espalda durante los últimos tiempos, reconoció que no sabía si podría volver a jugar luego de ganar este domingo el Tour Championship, cinco años después de su último título.
'Lo peor fue no saber si iba a poder vivir sin dolor. Me preguntaba si un día podría sentarme, levantarme o estirarme sin sentir dolor. No quería vivir así. Jugar al golf me parecía imposible, no podía sentarme ni andar ni estirarme sin tener dolor en la espalda y mi pierna durante un largo periodo de tiempo', explicó tras su éxito.
Woods tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en cuatro ocasiones por sus dolores de espalda y, al final, fue sometido a una fusión espinal.
'El mero hecho de jugar y volver a ser competitivo era ya un éxito. Los que son cercanos a mí y algunos jugadores saben lo que he recorrido, lo difícil que ha sido para mí simplemente volver a jugar (...) Disfruto plenamente de ser capaz de hacer todo esto de nuevo, no sabía si podía volver a jugar al golf un día', añadió.
El estadounidense, de 42 años, sumó así el 80º título de la PGA de su carrera, y se quedó a solo dos del récord absoluto de su compatriota Sam Snead.
'Ochenta es una cifra enorme. Hacía cinco años que estaba bloqueado en 79. Lograr llegar a 80 es una sensación increíble. Sam (Snead) todavía está por delante (pero) creo que aún tengo tiempo por delante para intentar sobrepasarle', sentenció el ganador de 14 trofeos de Grand Slam.