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El serpentinero bolivarense de los Cachorros de Chicago, José Quintana, vivió un susto y lejos de la lomita. El viernes, en pleno vuelo de Washington a Dallas, luego de que su novena asegurara el quinto y definitivo partido de la Serie Divisional contra los Nacionales, su esposa Michell Montaña entró en un ataque de pánico y el vuelo tuvo que aterrizar de emergencia.

Después de casi cinco horas en la obligada escala en Albuquerque, Quintana se enteró de que sería el abridor del sábado ante los Dodgers, primer duelo de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y el segundo de postemporada en su carrera en la Gran Carpa.

'Mi esposa comenzó a sentirse mal cuando íbamos en el avión. Se sentía como con pánico. Sentía palpitaciones. Tratamos de controlar la situación, pero decía que se sentía muy mal. Así que tuvimos que aterrizar e irnos a un hospital', expresó el zurdo de 28 años que salió el sábado sin decisión en la derrota 5-2.

El oriundo de Arjona lanzó 5 entradas con pelota de dos ‘hits’. Pero aceptó dos carreras y regaló dos pasaportes. Pese al incidente, el ‘pitcher’ admitió sentirse bien en el juego luego de que su cónyuge superara la situación.

'Me dio tranquilidad verla bien. Creo que hice un buen trabajo, pero me faltó un poquito. Los dos boletos me perjudicaron. Tuve algunos pitcheos descontrolados. Pero esas cosas pasan. Fue un juego cerrado, pero confío en todo mi repertorio. Es una serie dura, cerrada contra un gran equipo. Así que espero que cuando me toque de nuevo esté listo para una mejor salida'.

La serie 2-0

Con un jonrón de Justin Turner, en la novena entrada, Los Dodgers derrotaron anoche 4-1 a los Cachorros de Chicago y pusieron la serie 2-0.