Junior perdió ayer una oportunidad de oro para dar un golpe decisivo en el Grupo A de los cuadrangulares semifinales de la Liga Postobón II, al igualar 0-0 ante Atlético Nacional, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez.
Fue un empate que permitió sumar en la tabla posiciones —donde Junior es líder con 7 puntos—, pero que desde otra perspectiva deja un sinsabor, teniendo en cuenta que obliga al equipo rojiblanco a buscar puntos en dos plazas históricamente complicadas como Medellín y Bogotá.
Ayer los tiburones no fueron los mismos de las últimas fechas. Ayer volvieron a relucir los ‘vicios’ de jornadas anteriores, cuando Junior permitía que en su casa el rival tomara la pelota y fuera el protagonista del encuentro. A excepción de los primeros 15 minutos, donde los rojiblancos fueron capaces de tutear a Nacional, el resto del partido vimos a un cuadro barranquillero encerrado en su campo y que poco o nada producía con la pelota, respetando nuevamente de forma excesiva al cuadro antioqueño.
El equipo del Zurdo López nunca se sintió superior al rival y eso ante un equipo con oficio como Nacional es un pecado muy grande.
Acción en que Alexis Henríquez derriba a Luis C. Ruiz dentro del área. Junior pidió penalti.
Las acciones. Junior, fiel a lo que ha sido en sus últimos partidos en condición de local, salió decidido a presionar en campo rival, con dominio de pelota, buscando sociedades e intentando que el rival, producto del acoso, brindara ventajas para ser aprovechadas.
Al minuto de juego, llegó la primera aproximación del local. Michael Ortega capturó una pelota al borde del área y sacó un remate que por poco sorprende al Neco Martínez, que tuvo que exigirse con una estirada para rechazar el disparo.
Fueron 20 minutos de constante acoso en predios verdolagas, con proyecciones rápidas y fútbol agresivo por parte del equipo rojiblanco, empañado únicamente por la poca claridad ofensiva en el último cuarto de cancha.
Ayer los hombres encargados de las ideas (Michael Ortega y Edwin Cardona) fueron anulados y, quizá, por ese motivo Junior no pudo sacar provecho de ese pequeño instante donde fue superior a su rival.
Con el pasar de los minutos, la gasolina de los locales comenzó a desgastarse y fue en ese momento cuando Nacional aprovechó para recuperar la pelota, controlar el juego y, a partir de ahí, intentar hacer daño en el pórtico rojiblanco.
Avisó Wilder Guisao en un rebote que capturó a la salida de un tiro de esquina, pero su remate de media volea, en el punto penal, fue despejado por Sebastián Viera. Luego fue Alejandro Bernal quien casi sorprende con un remate rastrero al borde del área, que despejó el lateral Jhonny Vásquez en la línea de gol.
Junior poco a poco se fue metiendo en su campo y le regaló, en absoluto, el protagonismo a un equipo verdolaga ordenado.
Luis Narváez intenta robarle un balón a Jefferson Duque.
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Segundo tiempo. La etapa complementaria no trajo muchas sorpresas. Junior basó su fútbol en el orden defensivo, con un Samuel Vanegas inspirado. Los rojiblancos le regalaron la pelota y el protagonismo a Nacional, que también careció de ideas por el poco o nulo aporte de Sherman Cárdenas, apagado el tiempo que estuvo en la cancha.
El partido bajó en intensidad, las opciones de gol desaparecieron y salieron a relucir los roces y la pierna fuerte.
Junior intentaba sorprender con pelotazos al área, pero poco a o nada hacía, teniendo en cuenta que Luis Carlos Ruiz se batía solo con los defensores verdolagas.
Fue un empate amargo, que deja a Junior líder, pero que lo obliga a buscar la gloria en tierras escabrosas.