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La semana traumática de Junior, con peleas internas incluida, terminó ayer con la derrota ante Millonarios 1-0, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Máyer Candelo anotó el tanto del triunfo embajador y puso contra las cuerdas al Zurdo López, criticado ayer hasta la saciedad por la exigente afición rojiblanca.

Opaco primer tiempo protagonizaron rojiblancos y embajadores en el Coloso de la Ciudadela. Ambos equipos se encerraron en el centro del campo, careciendo de profundidad y claridad en el frente de ataque. Ninguno quería hacerse daño o no encontraban la manera de hacerlo, y en la tribuna la afición comenzaba a desesperarse ante la escasez de emociones.

Al equipo rojiblanco se le dificultaba salir con la pelota dominada. Millonarios, más compacto en el medio, tomó el esférico y comenzó a circularlo de un lado a otro. Adelantó sus líneas y poco a poco fue encerrando al Junior, pero sin hacerle daño alguno.

A pesar de que los albiazules tenían la pelota, fue Junior el primero en aproximarse con algo de peligro. Primero con un cabezazo de William Tesillo, tras centro de Michael Ortega, y luego con un remate violento de Jhonny Vásquez, luego de capturar un rebote en tres cuartos de cancha. En ambas oportunidades la pelota pasó cerca del horizontal.

El partido se volvió un monólogo aburrido. Millonarios con la pelota, sin saber qué hacer con ella, y Junior esperando el más mínimo despiste para intentar inquietar el pórtico defendido por Luis Delgado.

En un error individual de la defensa albiazul, casi llega la apertura en el marcador. Luis Quiñones, al minuto 33, le roba la pelota a Andrés Cadavid dentro del área, retrocede unos metros y saca un remate débil a las manos de Delgado.

Los minutos pasaban y el telón de la primera parte bajaba lentamente. Solo a un minuto del final, Millonarios pudo llegar con peligro con un remate de media distancia de Dayro Moreno que rechazó el arquero Carlos Rodríguez cuando ya la pelota tenía destino de gol.

Máyer Candelo avanza ante la marca de Luis Narváez. Vea la galería Fría derrota de Junior frente a Millos.

Segundo tiempo. Junior dejó a un lado sus reservas y miedos y salió a buscar el partido. Toloza, que había ingresado por Quiñones en el entretiempo, tuvo la primera opción clara de gol a los 30 segundos, tras pase de Guillermo Celis, pero su remate rastrero lo controló el arquero Delgado en dos tiempos.

Dos minutos más tarde, fue Andrés Felipe Correa quien tuvo la apertura en el marcador, pero su cabezazo dentro del área, tras centro de Jhonny Vásquez, pasó cerca del vertical.

Junior mantenía el pie en el acelerador, tratando de buscar ese gol que le brindara la tranquilidad necesaria para poder hacer el fútbol con el que se siente cómodo. A los 5 minutos, Michael Ortega le metió un pase rastrero a Arzuaga, el Toro se la dio de primera a Toloza, pero el nariñense pateó desviado ante la marca asfixiante de Román Torres.

Pero en el fútbol el merecimiento es relativo. Si no concretas las que tienes, puedes pasar sofocos inesperados. Y así pasó. Cuando mejor jugaba Junior llegó el tanto embajador.

Al minuto 9, Máyer Candelo dejó regado a Andrés Felipe Correa con un enganche corto al borde del área y sacó un remate a tres dedos para acomodar la pelota en un ángulo imposible para el arquero Carlos Rodríguez.

Junior sintió el gol en contra y eso se vio reflejado en su fútbol. Los rojiblancos mantenían el control de la esférica pero jamás volvieron a acercarse con peligro a los previos albiazules.

Al minuto 10, Édinson Toloza anotó tras cabezazo de William Tesillo, pero el árbitro lo anuló porque el delantero juniorista, en claro fuera de juego, tocó la pelota antes que ingresara al pórtico embajador.

No hubo manera. Nada ni nadie impediría el segundo traspié consecutivo del Junior en la Liga Postobón I-2014. Los rojiblancos volvieron a mostrar su cara más discreta y esta vez la afición se lo hizo saber con una sonora silbatina al final del juego. La semana inició candente y terminó de igual manera. Los resultados ahora sí comienzan a reflejar la pobreza futbolística de un equipo que sigue sin convencer.