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Era un fulano para la afición del Junior. Nadie lo conocía. No cambió la historia del partido, no anotó, no mordió a nadie. Luis Suárez pasó totalmente desapercibido por el gramado del estadio Metropolitano Roberto Meléndez, el 3 de mayo de 2005, en el juego que marcó su debut como futbolista profesional.

¿Cómo así?... Así como lo leen. Muy pocos saben o lo recuerdan, pero el delantero uruguayo que brilla en el Barcelona junto a Lionel Messi y Neymar, ese que suma 18 goles en la cúspide de la tabla de artilleros de la Liga de España, el mismo de la mordida en el hombro al italiano Giorgio Chiellini en pleno Mundial de Brasil, dio su primer paso en la alta competencia en el césped del ‘Metro’, durante el juego que su equipo en aquel entonces, Nacional de Uruguay, perdió 3-2 ante los rojiblancos, en la última fecha de la primera fase de la Copa Libertadores.

El cronómetro mostraba el minuto 75, los tiburones perdían 2-1 y rozaban la eliminación, cuando ‘el Pistolero’ charrúa, con apenas 18 años, entró a la cancha en lugar de su compatriota Sebastián Vázquez. La hinchada tiburona estaba más pendiente de Martín ‘El Toro’ Arzuaga que de ese tal Luis Suárez.

Sebastián Viera, actual arquero del Junior, defendía el arco del Nacional y era compañero de Suárez en aquel compromiso copero del cual rememora escasos detalles. Ya han pasado casi once años.

'Yo lo que sé es que hacía mucho calor. Sé que Suárez entró, pero no me acuerdo mucho del juego. Ahora es el mejor jugador uruguayo', dice Viera.

El cancerbero vivió con el atacante en la pensión que el tradicional club uruguayo dispone para los integrantes de las divisiones menores que proceden del interior del país del sur.

Finalmente, Junior le dio vuelta al marcador en la agonía del juego y se impuso 3-2 con goles de Hayder Palacio (de penal) y Martín Arzuaga (en tiempo de adición). Clasificó a la siguiente ronda como segundo del grupo, detrás de River Plate, que fue el líder. Olmedo de Ecuador quedó tercero y el Nacional, último.

Arzuaga se robó todas las miradas, salió de la cancha con los brazos en alto y en medio de una sonora ovación, mientras los nacionalistas se marchaban cabizbajos, entre ellos un gigante del gol que apenas se asomaba.

El padre de Aubameyang fue rojiblanco en 1996

Pierre-Francois Aubameyang, padre de la estrella del Borussia Dortmund y actual goleador de la Liga de Alemania con 18 goles, Pierre-Emerick Aubameyang, hizo parte de Junior en 1996.

El volante de marca gabonés, que llegó a Barranquilla como Pierre-Francois Aubame Eyang (su nombre original antes de adquirir la nacionalidad francesa y fusionar los dos apellidos), solo jugó 72 minutos en el empate 2-2 entre los tiburones y Bucaramanga, en la capital de Santander, el 14 de marzo de 1996. Dejó más anécdotas que huella futbolística durante su fugaz paso por el club caribeño.

'Alfredo Stefanel le decía un montón de vulgaridades y él se reía pensando que lo saludaban, no entendía nada, hablaba muy poquito español', recuerda el exlateral Juan Carlos Beltrán, compañero de Aubameyang en aquel Junior de 1996 .

'A Aubameyang le ‘mamábamos gallo’ y lo poníamos a bailar porque bailaba salsa, vallenato, merengue, de todo', dice Víctor Pacheco, uno de los actuales asistentes técnicos del Junior y compañero del delantero gabonés en aquellas épocas.

Carlos Araújo, otro de los asistentes de Alexis Mendoza en estos momentos, fue quien ingresó por Aubameyang en ese único partido en el que defendió los colores junioristas. No jugó más y se marchó en medio de la temporada.

'Sin ser un jugador brillante, tenía lo suyo, era interesante, rápido y con fuerza. Hizo una presentación aceptable', considera Carlos Ricardo Diazgranados, que fue el delegado del Junior en aquel partido.

'Era un jugador ‘regularsongo’ para el fútbol de acá, lo que le gustaba era correr', dice Pacheco.

El fichaje de Pierre-Francois resultó tan exótico como la solicitud que le hizo al gerente de Junior en ese entonces, Gerardo Cadena. 'Le dijo que él quería una casa con piscina y un policía 24 horas en la puerta', recuerda Diazgranados.

El volante fue el tercer africano en llegar al fútbol colombiano (Tebogo Moloi y Leo Morula ya habían jugado con Once Caldas en 1995) y el primero en vestirse de rojiblanco. Luego, en 1997, vinieron al Junior los cameruneses Joseph Mbarga, que jugó muchos partidos, y Oyie Guy Flavien, que no pasó la prueba y se marchó sin actuar.

Pierre-Francois Aubameyang, que el 29 de mayo cumplirá 51 años de edad, llegó a Barranquilla con 31 calendarios a cuestas. Su hijo apenas estaba próximo a cumplir los siete añitos. Hoy, ya con 26, es un crack apetecido por los grandes clubes del mundo. Lo consideran el jugador más veloz y fue elegido el Balón de Oro de África 2015.