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Jorge Arias volvió a hacer ayer el mismo gesto del sábado anterior cuando el árbitro Juan Pontón sancionó como penal una supuesta falta sobre el delantero samario Luis Carlos Ruiz. El defensa central arrugó su cara mientras veía la acción en el televisor del gimnasio donde entrenaba Junior. 'Nunca fue penal', dijo visiblemente enojado.

Léider Frías, utilero del Junior, también alzó su voz mientras veía la repetición de la polémica acción, que todos los jugadores e hinchas del Junior protestaron. 'No, cómo se le ocurre a ese árbitro pitar eso como penal. No hubo nada', reprochó Frías.

Arias revivió ese duro momento cuando Pontón decretó el penal a favor de Atlético Nacional, que significó el segundo gol de los verdolagas.

'Primera vez que me pitan un penalti de esa manera. El criterio del árbitro es que yo le pego abajo a Ruiz y que tenía que pitarlo. Me agaché con impotencia mirando el descaro del juez de pitarlo porque incluso conversé con algunos de los jugadores de Nacional y ellos me decían que eso no lo pitaban en ningún lado', sostuvo el zaguero cesarense con amargura.

Arias ya había tenido antecedentes similares con el juez nacido en Santa Cecilia, Cesar. Prefiere no amargarse recordando la acción y se centra en seguir evolucionando futbolísticamente.

'Yo había tenido a Pontón en otros encuentros y él se caracteriza por sacar muchas tarjetas, y nos afectó con el penal que pitó. Con Medellín siempre que nos pitaba era difícil porque algún jugador salía expulsado ya que es un juez que corta mucho el trámite del partido y saca muchas amarillas que limitan el buen juego', agregó.

El jugador de 23 años también cree que Junior debe estar más atento durante todo el encuentro para que no le sigan convirtiendo goles en los últimos minutos. De la misma forma elogió el trabajo de todos sus compañeros por el esfuerzo mostrado en el duelo ante Nacional.

'La última es una jugada donde tenemos que ser más vivos. Faltaban pocos minutos y tenemos que jugar con el reglamento para ganarnos tiempo en el saque de banda, en las pelotas quietas. Incluso también tirándonos para hacer correr segundos que son importantes. Pero también debemos ser conscientes que fallamos en la última pelota', concluyó.

Jorge Arias pasa la página del penal fantasma y ahora se concentra en el próximo juego del Junior. El domingo espera estar a altura y sólido en la defensa en el duelo contra el Once Caldas, en el estadio Palogrande de Manizales.