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'No aguanto otra vez ver a mi familia llorando en el túnel. Esta vez vamos a llorar, pero de alegría', le dijo Jorge Aguirre a EL HERALDO en el lobby del hotel Royal, donde se concentró el equipo rojiblanco en Medellín.

Seis horas después de haber lanzado aquella sentida expresión, el delantero antioqueño cumplió su promesa. La escena le partió el alma a más de un jugador. Aguirre estaba abrazado con su esposa Jhoanna Sepúlveda y su hijo mayor. Juntos lloraban de alegría en la zona mixta del estadio Atanasio Girardot.

El atacante antioqueño fue el jugador rojiblanco más positivo que llegó a Medellín. 'Estamos cien por ciento optimistas que vamos a llegar a la final', dijo a su arribo a la capital de la montaña.

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En medio de lágrimas, Aguirre se apartó por unos minutos de su familia y atendió a los medios de comunicación. 'En la final de 2015 le dije a mi familia que nos íbamos a encontrar nuevamente en este túnel llorando de felicidad y gloria Dios que lo pudimos conseguir, y celebrar el paso a la final. Las promesas en mi familia son para cumplirlas', contó Aguirre, mientras seguía derramando lágrimas.

El delantero le pidió un favor especial a sus compañeros y estos no le fallaron. 'Para nosotros ha sido muy luchado, guerreado. Las experiencias que habíamos tenido con Nacional habían sido muy sufridas y teníamos toda la fe del mundo. Le pedí a todos los muchachos que permitieran cumplirle esa promesa a mi familia', contó.

Aguirre se refirió a lo intenso que fue la serie de semifinal ante Atlético Nacional y ahora espera que Junior redondee toda esa buena campaña con el título de la Liga Águila I-2016. 'El partido fue muy parejo. Nacional tuvo un muy buen primer tiempo en Barranquilla, hoy nosotros demostramos que merecíamos estar en la final porque hicimos una gran presentación', afirmó. 'La gente da favorito al Medellín en la otra llave, pero esto es fútbol, acá todo el mundo daba favorito a Nacional y mire lo que pasó. Cortuluá tiene muy buen equipo, la serie está abierta', concluyó.